Essalud emitió las disculpas del caso. El hombre murió esperando atención en Neumología del Hospital Almanzor Aguinaga de Chiclayo. Su hija denunció el caso en redes y reveló que la cita llegó recién para el 29 de diciembre de 2025.
Increíble, pero real. El Seguro Social de Salud (Essalud) en Lambayeque citó a un paciente que llevaba casi cuatro meses fallecido para una consulta médica en el Hospital Nacional Almanzor Aguinaga Asenjo de Chiclayo.
La cita, programada para el 29 de diciembre de 2025 a las 8:00 a.m., llegó tarde: el asegurado había muerto esperando precisamente esa atención en el servicio de Neumología.
El caso fue revelado por Estefanía Rivera, hija del paciente Abner Rivera Rodríguez, quien compartió en redes sociales su indignación. “Mi papá falleció hace casi cuatro meses. Lo más doloroso es que murió esperando esa cita que hoy, irónicamente, el hospital le envía como si aún viviera”, escribió.
Rivera contó que su padre sufría de fibrosis pulmonar y requería controles constantes, pero las citas nunca llegaron a tiempo: “Era un paciente jubilado que aportó toda su vida a Essalud, confiando en que ese esfuerzo le garantizaría una atención digna”, añadió la joven, visiblemente indignada.
La publicación se viralizó rápidamente en Chiclayo y generó una ola de críticas hacia el sistema de salud pública. Muchos usuarios denunciaron que no se trata de un caso aislado, sino de un reflejo del abandono y la deshumanización que viven los asegurados.
RESPUESTA DE ESSALUD
La Red Prestacional Lambayeque de EsSalud emitió un comunicado reconociendo el error.
“Lamentamos profundamente el malestar ocasionado en un momento de duelo. La revisión interna confirmó que el hecho se debió a una falla en el sistema de admisión, lo que generó un error involuntario”, indicó la entidad.
Essalud aseguró que ha reforzado los mecanismos de control “para evitar que hechos similares se repitan” y reiteró su compromiso de brindar una atención “humanizada, oportuna y de calidad”.
Para la familia Rivera, el comunicado no basta. “Mientras el sistema le asigna una cita a alguien que ya no está, hay otra persona viva esperando una oportunidad que quizá nunca llegue”, escribió Estefanía.
Su testimonio se ha convertido en símbolo de una realidad que indigna: citas que tardan meses, diagnósticos que llegan tarde y un sistema que no ve rostros, solo números.
“La salud no puede seguir siendo un privilegio sino un derecho que se respete y se cuide con humanidad", concluyó la joven.