Mala infraestructura. Un millón cuatrocientos trece mil escolares retornarán a clases en aulas prefabricadas con una sensación térmica por encima de los 30 °C.
Pabellones a punto de colapsar convertidos en almacenes de inodoros, con paredes carcomidas por la humedad, techos destrozados, pisos rotos y sin servicios higiénicos; miles de alumnos soportando hasta 36.2 °C de sensación térmica en viejos módulos educativos; esa es la realidad que enfrentarán 1’413,000 escolares que volverán a clases el próximo 17 de marzo.
Según información entregada por el Ministerio de Educación (Minedu), un total de 27,937 colegios públicos del país están en “muy mal estado”; es decir, deben ser reconstruidos con urgencia, pues el riesgo de derrumbe es inminente. Sin embargo, el Estado, a través de los gobiernos locales y regionales, la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN) y el Minedu, a través del Programa Nacional de Infraestructura Educativa (Pronied), van a paso de tortuga en la edificación de los mismos.
Otros 15,520 colegios, que atienden a 3’846,000 estudiantes, se encuentran en “mal estado” —no tienen baños ni cercos perimétricos, entre otras deficiencias—, y 11,363, que acogen a 1’626,000 alumnos, requieren mantenimiento regular.
Para este año, la brecha en infraestructura educativa asciende a 164 mil millones de soles. Mientras, en lo que va del gobierno de Dina Boluarte se han entregado 92 colegios nuevos y para este año se espera contar con otras 44 escuelas Bicentenario y la construcción de 25 escuelas modulares.
Se sabe que el titular del Minedu, Morgan Quero, será citado a la Comisión de Educación para que explique el plan de infraestructura e informe qué tareas ha emprendido y por qué la brecha es enorme. No se descartó que luego se presente una moción de interpelación. Mientras tanto, los niños seguirán esperando que las autoridades se acuerden de ellos.