El dominical Punto Final reveló que el colaborador eficaz dijo a la Fiscalía que Boluarte coordinó con José Nenil Medina y Alejandro Sánchez el apoyo irregular de dos magistrados del JNE para no favorecer a Fuerza Popular en la impugnación de votos tras la segunda vuelta electoral de 2021.

El colaborador eficaz Salatiel Marrufo declaró a la Fiscalía que Dina Boluarte ordenó que se influya de manera irregular en el voto de al menos dos magistrados del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) para que no prospere el proceso de impugnación de mesas de votación impulsado por Keiko Fujimori (Fuerza Popular) tras la segunda vuelta electoral de 2021, en la que Pedro Castillo resultó electo presidente de la República, según un reportaje emitido este domingo.

De acuerdo con el dominical, Marrufo aseguró a la Fiscalía en una declaración de 2023 y que luego ratificó en abril de este año, que Boluarte realizaba las coordinaciones con José Nenil Medina, el ahora encarcelado exalcalde de Anguía (Cajamarca) y Alejandro Sánchez Sánchez, el dueño de la casa de Sarratea en Breña y recién deportado de Estados Unidos, para asegurar el voto de los magistrados del JNE Jorge Rodríguez Vélez y Jovián Sanjinez Salazar en contra de que se amplíe el plazo para admitir las impugnaciones de Fuerza Popular. 

Según el testimonio de Marrufo, estas coordinaciones se realizaron en varias reuniones en viviendas de Breña, y en algunas de ellas estuvo presente Pedro Castillo. En estos encuentros, iniciados el 7 de junio de 2021, un día después de la segunda vuelta electoral, de acuerdo con el testimonio del colaborador eficaz, Sánchez Sánchez dijo conocer a Richard Acuña, hijo del fundador y presidente de Alianza para el Progreso, César Acuña, y que este tenía un contacto en el JNE. Por su parte, Medina aseguró que contaba con el voto del magistrado Sanjinez Salazar, y que había llegado a él a través del presidente del Partido Democracia Directa, Andrés Alcántara Paredes. 

Estas coordinaciones se realizaban debido al estrecho margen de la proyección de votos entre Pedro Castillo (50.2%) y Keiko Fujimori (49.8%), resultados que podrían revertirse impugnando mesas de votación. 

De acuerdo con la ley electoral, las impugnaciones se pueden realizar hasta tres días después del día de las elecciones, y Fuerza Popular esperaba que se amplíe el plazo.  Marrufo declaró a la Fiscalía que según estimaciones que realizó con un "estadístico" si se ampliaba el plazo y el JNE favorecía las impugnaciones de Fuerza Popular, Keiko Fujimori podría ganar las elecciones con una diferencia aproximada de 50 000 votos. 

 

 

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