La fiesta de San Pedro y San Pablo es una de las más grandes para los cristianos católicos y ortodoxos.
Como todos los años, el 29 de junio se conmemora la festividad religiosa en honor a San Pedro y San Pablo. Del mismo modo, como ya es costumbre en todo el litoral peruano, se celebra el Día del Pescador.
En el calendario cristiano, la fecha sirve para conmemorar el martirio de Simón Pedro y Pablo de Tarso, dos de los apóstoles que acompañaron a Cristo en su misión evangelizadora.
Los análisis historiográficos y exegéticos señalan que San Pedro y San Pablo fallecieron en Roma bajo el gobierno de Nerón, y según la tradición católica, el 29 de junio se celebra el aniversario de sus muertes o del traslado de sus reliquias.
DÍA DE SAN PEDRO Y SAN PABLO
El 29 de junio se celebra la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, día en que se reconocen las virtudes cristianas de dos de los más grandes y reconocidos apóstoles que defendieron con su vida el Evangelio. Se les celebra en la misma fecha por los siguientes motivos:
Son fundadores de la Iglesia de Roma
Luego de la resurrección y ascensión de Cristo, Pedro asumió como cabeza de la Iglesia, dirigió a los Apóstoles y se encargó de que los discípulos mantuvieran viva la fe. Pablo es reconocido como el apóstol de los gentiles y pasó el resto de su vida predicando el Evangelio sin descanso a las naciones del mundo mediterráneo.
Son columna espiritual de la Iglesia
De acuerdo con ACI Prensa, en 2015, el Papa Francisco manifestó que San Pedro, San Pablo y la Virgen María “son nuestros compañeros de viaje en la búsqueda de Dios; son nuestra guía en el camino de la fe y de la santidad; ellos nos empujan hacia Jesús, para hacer todo aquello que Él nos pide”.
Ambos padecieron en Roma
San Pedro y San Pablo fueron detenidos y martirizados en la prisión Mamertina, también llamada el Tullianum, ubicada en la Antigua Roma. San Pedro fue crucificado en el año 64 con la cabeza abajo a petición propia, por no considerarse digno de morir como Jesús. Fue enterrado en la colina del Vaticano y la Basílica de San Pedro está construida sobre su tumba. Mientras que San Pablo fue decapitado tres años más tarde. Él está enterrado en Roma, en la Basílica de San Pablo de Extramuros.
Son patronos de Roma y representantes del Evangelio
En el 2012, el papa Benedicto XVI llamó a estos dos apóstoles “patronos principales de la Iglesia de Roma”. Precisó también que “la tradición cristiana siempre ha considerado inseparables a San Pedro y a San Pablo: juntos, en efecto, representan todo el Evangelio de Cristo”.
Son la versión contraria de Caín y Abel
Aquel año, durante la homilía por la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, el papa también presentó un paralelismo opuesto con la hermandad presentada en el Antiguo Testamento entre Caín y Abel.
Benedicto XVI dijo que “mientras que la primera pareja bíblica de hermanos nos muestra el efecto del pecado, por el cual Caín mata a Abel, Pedro y Pablo, aunque humanamente muy diferentes el uno del otro, y a pesar de que no faltaron conflictos en su relación, han constituido un modo nuevo de ser hermanos, vivido según el Evangelio, un modo auténtico hecho posible por la gracia del Evangelio de Cristo que actuaba en ellos”.