Son 9.8 millones de personas, lo que equivale al 29% de la población peruana, los actuales pobres del país . Estas cifras revelan un aumento de más de medio millón de personas (596 mil) en situación de pobreza en comparación con el año anterior.

Ya en 2022, la pobreza había aumentado en 628 mil personas, al incidir en el 27.5% de habitantes (9.2 millones).Así, considerando la gestión de Castillo y de su vicepresidenta, la actual jefa de Estado, Perú Libre nos cuesta hasta el momento 1′224,000 pobres.

¿Cómo se explica? A decir de Castilla, las políticas asistencialistas y el saqueo del Estado de Pedro Castillo junto a la quietud del gobierno de Dina Boluarte, la carga regulatoria excesiva, la falta de atención a temas centrales como la delincuencia y vulneraciones a la seguridad jurídica erosionaron la inversión privada y con ello el crecimiento económico. Sin este último, la pobreza aumentó.

“Hay una correlación clara y directa de todo lo que el Gobierno ha hecho y no ha hecho para explicar la situación que tenemos ahora. No podemos imputar el resultado de la pobreza a factores externos”, manifestó Castilla.

“Debemos tener en cuenta la importancia que tiene el crecimiento y la consecuente generación de empleo en la reducción de la pobreza. Si en los próximos años crecemos a tasas de solo 3%, nos va a tomar mucho tiempo lograr niveles de pobreza semejantes a los que teníamos antes de la pandemia”, indicó Oswaldo Molina, director de la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES).

IMPACTO URBANO
Según el informe del INEI, el deterioro de la calidad de vida se ahondó sobre todo en la población urbana, donde la pobreza afectó al 26.4% de habitantes. Dicha cifra representó un incremento de 2.3 puntos porcentuales frente a 2022 y 4.1 puntos frente a 2021.

Para Castilla esta situación representa un gran desafío porque las herramientas del Estado para lidiar con la pobreza urbana son mucho más limitadas. “La pobreza en el ámbito urbano es otra dimensión totalmente distinta. No se puede discernir quién es y quién no es pobre y las medidas son mucho más costosas, fiscalmente hablando”, dijo.

De otro lado, según el INEI, en 2023, la incidencia de la pobreza fue alta en la población infantil. En el caso de los menores de 6 años, la incidencia fue del 43.3%. Asimismo, la pobreza tuvo un impacto considerable en niños de 6 a 11 años (39.3%) y adolescentes de 12 a 17 años (37.7%). Se observó, también una alta incidencia de pobreza en la población adulta mayor de 60 años o más, con un 29.6%.

Con estos datos, es evidente la necesidad urgente de implementar políticas públicas dirigidas a abordar el problema de la pobreza. Sin embargo, dada su complejidad, es importante reconocer que resolver este desafío llevará tiempo y esfuerzo continuo.

 

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