Uno de los rituales más significativos de esta celebración es dejar una carta en el "Pozo de los Deseos", tradición en la que los fieles confían sus más íntimos deseos y necesidades a Santa Rosa de Lima.
"Vine desde Arequipa con mi familia para pedirle a Santa Rosa por la salud de mi madre", comentó Juan Mendoza, un devoto que viajó varias horas para llegar al santuario.
Los niños son los más entusiastas con la visita al santuario y muchos de ellos cargan una estampita de la santa peruana junto con su carta de peticiones que depositarán en el pozo de los deseos.
"Desde que era pequeña, mi familia siempre ha venido a esta celebración. Es un momento para pedir por nuestras familias y agradecer por las bendiciones recibidas", afirmó María Rodríguez, quien también esperaba su turno para ingresar al santuario.
Este lugar sagrado ha preparado medidas especiales para gestionar la gran afluencia de visitantes, asegurando que todos los devotos puedan participar en las ceremonias y rituales. Los organizadores han establecido controles de seguridad y áreas de descanso para garantizar la comodidad de los fieles.