La finalidad de la obra es conducir hacia la ribera del río Piura la acumulación del agua de la lluvias.
A pesar de su extensa longitud, la infraestructura, originalmente concebida como una obra crucial para mitigar las inundaciones en una zona de Piura, se ha transformado en una fuente constante de preocupaciones tanto para las autoridades regionales como para la población. No solo afecta el aspecto del entorno urbano, sino que no aborda de manera efectiva el problema de las inundaciones que ha afectado a la población durante décadas.
La responsabilidad de la obra recae en el Programa Nacional de Saneamiento Urbano del Ministerio de Vivienda, como parte del SARE. Su propósito declarado es canalizar las aguas pluviales hacia la ribera del río para su evacuación. Sin embargo, su efectividad se ve cuestionada, ya que durante la temporada de lluvias, el río tiende a desbordarse debido al aumento de su caudal.
La manera en que la desembocadura de esta infraestructura ha sido finalizada, sostenida por dos bases de concreto y expuesta a la vista de los transeúntes, ha sorprendido tanto a los residentes de Piura como a sus autoridades. Esto podría evidenciar una falta de juicio urbanístico o una incapacidad para gestionar este tipo de proyectos.
Mela Salazar, representante de la Asociación civil Vigilia Ciudadana, expresó su preocupación al afirmar: «No parece un trabajo bien ejecutado, de calidad, y no se están respetando las normativas de ingeniería. Ahora, incluso hay tubos expuestos que representan un riesgo en vías que son importantes avenidas secundarias. Esto podría dar lugar a accidentes».
Junto con Salazar, Hermer Alzamora, el Decano del Colegio de Ingenieros de Piura, expresó su indignación ante la construcción de esta infraestructura. Alzamora destacó que la obra carece de los requisitos mínimos de ingeniería y lamentó que aún no se hayan realizado las pruebas hidráulicas para determinar su funcionalidad.
El Director ejecutivo del Programa Nacional de Saneamiento Urbano (PNSU), Néstor Supanta, representando al Ministerio de Vivienda, ha manifestado su espera de que el Consorcio a cargo de la obra emita un pronunciamiento al respecto. Al mismo tiempo, defendió la construcción y aseguró que esta será sometida a pruebas antes de su entrega.
«Como Ministerio de Vivienda, esta obra tiene una intencionalidad y el interés es proteger a la población y evitar inundaciones. Estamos aquí para garantizar que esto funcione. Sobre si está bien o mal hecho, nosotros decimos que no, en principio, porque no está terminada y, en segundo lugar, porque se someterá a las pruebas necesarias para asegurar su funcionamiento», afirmó el director ejecutivo.
Cuando se le preguntó sobre la posición de la tubería y si permanecerá visible, representando un peligro para la población, aclaró que «se ha elevado un poco más para no interrumpir otros servicios. ¿Permanecerá así? No, ya se ha coordinado con la contratista y la Municipalidad para encontrar mejoras y evitar cualquier riesgo para la circulación», enfatizó.
Por otro lado, el Ingeniero Javier Vásquez, Coordinador general del Ministerio de Vivienda en Piura, informó que aún no se han llevado a cabo las pruebas en la tubería de drenaje pluvial. Aseguró que, si es necesario realizar correcciones para evitar posibles consecuencias, se llevarán a cabo. «En una semana se debería estar realizando la prueba hidráulica para luego evaluar e implementar las mejoras oportunas y así prevenir graves consecuencias. Eso era lo que se tenía que hacer», declaró.
En esa misma línea, señaló que los muros que sustentan la estructura están diseñados para resistir la carga del flujo de agua. No obstante, aclaró que se coordinará con el Colegio de Ingenieros de Piura para determinar si es necesario realizar ajustes.