Crisis en la petrolera. Han pasado casi dos meses desde que renunció el directorio y hasta la fecha el Ejecutivo no ha encontrado reemplazo.

De enero a septiembre de 2024, Petroperú registró una pérdida neta superior a los US$745 millones, lo que supera la pérdida reportada en el mismo periodo de 2023, de acuerdo con los estados financieros publicados en el portal de la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV) correspondientes al tercer trimestre de este año.

Este resultado responde, principalmente, a un aumento en los gastos operativos por US$300 millones, generados en gran medida por el proceso de estabilización de la Refinería de Talara. Además, la caída de los precios internacionales del crudo y sus derivados ha afectado la valorización de los inventarios, intensificando las pérdidas.

“Con la puesta en funcionamiento de la unidad de Flexicoking (FCK) en la Refinería de Talara, tras su parada para labores de inspección y reparación, la compañía está incrementando de forma gradual su volumen de producción y ventas, y prevé una mejora en sus resultados hacia el cierre de 2024”, informa el reporte.

Asimismo, se menciona que actualmente la empresa está gestionando operaciones de financiamiento para cumplir con sus obligaciones con proveedores en los próximos doce meses.

¿Y EL DIRECTORIO?
Los estados financieros también indican que se continúa con la implementación de un plan de reestructuración para fortalecer la gobernanza y la sostenibilidad financiera de la compañía. Sin embargo, surge la duda de si la reestructuración será viable sin la designación de un nuevo directorio.

Cabe recordar que el pasado 10 de septiembre renunció el directorio liderado por Oliver Stark y, desde entonces, no se han nombrado a sus sucesores. Hace un mes, el primer ministro, Gustavo Adrianzén, ofreció disculpas por no haber encontrado aún los perfiles adecuados para la petrolera.

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