Hoy, no podemos hablar de un ámbito ideal para lograr la maternidad; la realidad de hoy nos hace ver los innumerables factores adversos como económicos, sociales, políticos, estructurales… sin embargo; la vida florece en muchas de ellas. 

Animo a todas las mujeres que sean valientes, que acepten con libertad y alegría y esperanza ese nuevo ser que la vida y Dios les confía. La maternidad biológica y espiritual, abre las puertas a la máxima expresión de la mujer, viviendo una entrega total sin miramientos por amor a Dios y a la vida. En este sentido, el Santo Padre Francisco nos recuerda, que toda sociedad acoja el don de la mujer, de cada mujer: respetándola, cuidándola, valorándola, sabiendo que quien lastima a una mujer profana a Dios, nacido de mujer.

Ahora, ¿en qué aspecto la maternidad es una Tarea?
Ser madre, implica sin lugar a duda, una tarea con infinidad de retos día a día. Se trata de no sólo dar un acompañamiento físico, sino también integral al nuevo ser confiado.

La madre, casi siempre está dispuesta a muchos sacrificios por los hijos, y por la familia. No habría caso que comprender su lucha cotidiana por ser eficientes en sus diversos ámbitos como: la sociedad, el trabajo, la familia. Habría que comprender mejor sus aspiraciones, sus derechos, sus problemas. Ser madre, no significa solo traer un hijo al mundo, sino que es también una opción de vida.

¿Cuál es la opción de vida de una madre entre nosotros? ¿Realmente tienen opción de vida en esta sociedad?
Ellas pueden desarrollarse profesionalmente en todos los campos de su vida; creo que, en el Perú de hoy, aún falta mucho por hacer por la mujer madre. Trabajar para recuperarles lo que ellas históricamente siempre han merecido.

Queridas madres, ustedes vienen aprendiendo mil oficios; son enfermeras, maestras, excelentes profesionales en sus hogares y en la sociedad, expertas en organización, animan y promueven la vida, educan, fortalecen, enfrentan los desafíos desde lo pequeño o simple a resolver grandes problemas.

No quiero dejar de mencionar la maternidad espiritual de tantas mujeres que, sin tener una maternidad biológica, saben dar su vida por los demás, empezando por su prójimo más próximo.

A todas y cada una de ustedes madres, les brindo un cariñoso saludo y las animo a seguir adelante como motores firmes de su familia y de la sociedad, bajo la protección y el amparo de María Santísima, quien es el mejor modelo de madre 
y mujer; que supo desarrollar en la historia la maternidad como un Don y una Tarea.

Invoco infinitas gracias del cielo, para todas y cada una de ustedes; especialmente las que sufren abandono, desolación, tristezas e injusticias. Invito a los hijos a valorar a la mujer madre que acompaña todos los procesos de sus vidas.

Que María nuestra Señora de las Mercedes, interceda por nuestra Arquidiócesis de Piura y Tumbes.

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