Comentarios a vuelo de pájaro


LE preguntamos a Marquiño, dueño de un puesto de periódicos que abre no bien comienza a despuntar la mañana, o un poquito antes, o en ese intervalo en que las últimas sombras del amanecer se mezclan con las primeras luces de la aurora, cuál, de los dos diarios de Piura, se vende más. Correo o La Hora. Y nos responde que La Hora. Y que Correo, cada vez menos. 
º LO último, no porque a este diario se le sigan ahuyentando sus lectores, sino porque, según Marquiño, ellos ya no reciben, para su venta, el número de ejemplares que se les entregaba antes. La reducción ha sido tan drástica, dice, que la cuota que se les suministra ahora ni siquiera alcanza para quedar bien con quienes se mantuvieron siempre como fieles lectores de Correo. 
º LA situación de este diario es tan crítica, según parece, que, desde que comenzó a imprimirse en Chiclayo -luego de cerrar su planta en Piura con todo lo que había adentro- y limitarse a operar acá solo con una pequeña sala de redacción, que hoy ya no existe tampoco -sus redactores escriben desde sus casas- los que muchos temen es que Correo también desaparezca en Piura. Siguiendo el mismo camino que tomó a comienzos de año el diario El Tiempo.
º Y si esto ocurre -y que Dios quiera que no suceda- será más grande el desamparo de Piura frente a quienes, a nivel local y desde algún cargo público, deciden cosas y toman decisiones. No siempre acertadas ni por el bien público. Sin una prensa fiscalizadora, la corrupción, el abuso, el encubrimiento, el mirar a un costado, los favorecimientos, los padrinazgos, los blindajes y la impunidad, arraigan. Y ya lo estamos viendo. Para qué engañarnos.
º MADRID, por ejemplo, se sentía, como alcalde de Piura, protegido por haber logrado, según él mismo decía en petit comité, alinear detrás suyo a cierta prensa o a ciertos periodistas. Para él, los silencios cómplices de éstos le garantizaban puertas abiertas para la venalidad, la travesura, la chifladura, la obstinación, la ligereza y el atropello. 
º COMO cuando mandó a su gente, con pandilleros de vanguardia y de escolta, para tomar por la fuerza el entonces parque “Néstor S. Martos” y destruirlo, en horas, para comenzar a construir sobre esas ruinas su hasta ahora inconcluso Parque de las Aguas. Ese oprobioso episodio ocurrió la madrugada del lunes 4 de marzo del presente año y, desde entonces, los vecinos de este lugar no tienen ni paz ni tranquilidad. 
º MADRID, con ese parque, le agrió la vida a toda esta gente y, no contento con aquella perversidad, ahora quiere meterles arbitrariamente, y sin ningún estudio previo de impacto ambiental y sonoro, un servicio de transporte público. Los buses que pasarían por aquí lo harían rodando sobre pistas que no están hechas para soportar el tránsito de vehículos pesados y por jirones que se lucen, en el día, casi desiertos. Peor, en las noches.
º MADRID, o sus cerebritos, no han tomado en cuenta lo estresante que va a resultar, para los vecinos de este lugar, el paso continuo de dichos vehículos, tanto por los ruidos que originen como por el polvo que levanten a su paso. 
º LA inseguridad se incrementará también porque nadie sabrá si a bordo de esos vehículos vendrán además delincuentes para acechar a quienes se trasladen hasta acá para conocer o visitar el Parque de las Aguas, cuando éste se inaugure, y aguaitar también las viviendas menos protegidas para meterse en ellas y robar. Como ven, Madrid es un personaje macabro y pérfido.
º Y no lo sería tanto, si ese espíritu constructivo y bizarro de la prensa que había antes en Piura subsistiera hasta ahora. Cuántas batallas se dieron entonces para atajar la corrupción, ponerle pilas al funcionario público indolente, al descreído y hasta al juez venal. ¡Cuántas, Dios mío!
HASTA MAÑANA

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