Conocido programa dominical expuso una preocupante realidad que devela una falta de acción del estado, pese a que tiene presencia en la zona. Se estima que el Perú pierde al año 600 millones de dólares solo por contrabando, una cifra que sería engañosa, pues el monto sería mucho más.

El contrabando tomó posesión de una parte de la zona fronteriza entre Perú y Bolivia, por donde circulan a diario vehículos repletos de ropa, combustible, cigarros y balones de gas boliviano. 

De acuerdo al informe, la llamada ruta del contrabando se ubica en la localidad de Tilali, en la región Puno, al sur del Perú. En este punto hay presencia de las autoridades, pero todo parece pasar a vista y paciencia de estas. La ruta del contrabando es una trocha que está cerca a un puesto de vigilancia fronterizo que no cuenta con la presencia de policías.

“Las fronteras del país son territorios liberados. Hemos perdido el control territorial de nuestras fronteras. Los puestos fronterizos son nominales, básicamente cumplen una formalidad”, dijo el exministro del Interior, Ruben Vargas.

En su paso por esta zona, también se develó que varios de los contrabandistas están construyendo sus casas de varios pisos que financian con dinero de esta economía criminal.

A kilómetros de esa ruta se encuentra un centro poblado que sirve de punto de comercio del contrabando. Todos los miércoles, según el informe, se llena de mucha gente en busca de ropa, combustible y otros insumos. Algunos pobladres la conocen como la Feria.

“Ya en este punto, las organizaciones que están detrás del contrabando han logrado tener niveles de sofisticación que hace que tengan una cada de distribición impresionante”, alertó Claudia Linares, presidenta de la Comisión de Luchas contra el Comercio Ilícito.

 

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