El expresidente de la estatal Carlos Paredes señaló que hay riesgo de que el Ejecutivo no quiera tomar decisiones.

Ante la difícil situación financiera que atraviesa Petroperú, una encuesta realizada por Ipsos Perú reveló que el 21% de las personas cree que, si la empresa estatal está quebrada, debería ser liquidada, es decir, que tiene que dejar de operar y despedir a sus trabajadores.

Por nivel socieconómico (NSE), fueron las personas de NSE E las que encabezan la lista de las que creen que una medida como la antes señalada debe aplicarse, con un 30% de respuestas a favor. En tanto, el 20% de personas del NSE D también respaldó esta postura, el 17% del C y del B, y el 16% del A.

Por otro lado, un 19% de los encuestados consideró que Petroperú debería vender algunas de sus propiedades como la Refinería de Talara a alguna empresa privada que la opere a su propio riesgo. Esta iniciativa fue respaldada principalmente con un 31% del NSE A. Un 19% también señaló que la empresa “debería ser vendida a alguna petrolera extranjera que pueda invertir dinero para que la opere a su propio riesgo”.

TAREA PENDIENTE
En una reciente participación del ministro de Economía y Finanzas, José Arista, ante el Pleno del Congreso, el funcionario informó que el Ejecutivo evalúa medidas para ayudar a la petrolera estatal con la finalidad de evitar que esta caiga en “insolvencia”. Sin embargo, descartó que contemplen un aporte de capital.

Entre las medidas que estudia el gobierno se encuentra la venta de activos que son de propiedad de la compañía y que significan algún costo antes que un ingreso. También se analiza la posibilidad de contar con un gestor privado que se encargue de la gerencia, aunque aclaró que esto no significa la privatización de la misma.

Además, explicó que, para otorgar la estatal a un privado, se requiere un contrato complejo que va a tomar varios meses diseñarlo y aprobarlo. “Me temo que este proceso puede tomar más tiempo del que se tiene”, indicó. Del mismo modo, consideró que “hay un enorme riesgo” de que el Ejecutivo no quiera tomar las decisiones duras que corresponden”. “Cuando el ministro dice que la empresa está técnicamente quebrada, es la verdad”, añadió.

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