Existen cuatro signos más comunes, pero cada mujer la transita de forma diferente. La importancia de informarse y establecer hábitos saludables.
La perimenopausia hace referencia al momento de la vida en el que el cuerpo comienza la transición natural hacia la menopausia, que marca el final de los años fértiles. Puede empezar alrededor de los 35 años. A medida que se atraviesa esta etapa, la producción de estrógenos del cuerpo —la principal hormona femenina— aumenta y disminuye. Estas fluctuaciones pueden generar síntomas como periodos irregulares, sofocos y sequedad vaginal.
Una vez que hayan transcurrido 12 meses seguidos sin periodo menstrual, se habrá pasado oficialmente de la perimenopausia a la menopausia. La menopausia puede suceder a partir de los 40 años o después de los 50, pero la edad promedio es 51 años.
La perimenopausia es un cambio biológico natural. Como los síntomas aparecen y desaparecen, muchas mujeres sienten que están en una montaña rusa emocional. Si bien no todas tienen todos los síntomas, los problemas que se informan con mayor frecuencia incluyen molestias comunes que podrían no asociarse con la menopausia. Es importante saber que esto es normal, porque ayuda a entender más sobre los síntomas que presente.
Los cuatro síntomas principales de la menopausia
Sofocos y problemas para dormir. Cuando se presenta, se puede sentir una sensación repentina de calor, a menudo en la parte superior del cuerpo, alrededor del rostro y el cuello. Debido a esto, su cara puede enrojecerse y presentar rubor, y se puede comenzar a sudar. Incluso, también pueden presentarse mientras duerme. Estos “sudores nocturnos” pueden interferir con una buena noche desueño.
Cambios en el estado de ánimo. Son comunes y pueden incluir irritabilidad, fatiga, tristeza o ansiedad. Estos pueden suceder como consecuencia de que los niveles de estrógeno descienden. La depresión también es un efecto secundario común de la menopausia. Es importante que la persona comparta cómo se siente y las modificaciones en su estado de ánimo con su profesional de atención médica.
Olvidos. Durante la perimenopausia, también se puede comenzar a notar dificultades relacionadas con la memoria y la concentración. Es posible que cueste recordar cosas simples, como dónde se puso las llaves o por qué se dirigió a determinado lugar. Esto a veces se conoce como “bruma mental” y es bastante común. A menudo, las mujeres manifiestan preocupación por que este sea un signo temprano de demencia. Por lo general, esto no es así. Muchos estudios han demostrado que es temporal, y el funcionamiento cognitivo se normaliza. También puede derivar de la falta de sueño y el descanso necesarios. Cuando se logra dormir más, generalmente se notan mejoras en la memoria.
Aumento de peso. A menudo, las mujeres notan que comen lo mismo y hacen el mismo ejercicio, y aun así aumentan de peso. Es común que adviertan un aumento de peso durante la perimenopausia y la transición a la menopausia, en particular en la mitad de este período. A medida que envejecemos, es común que los cambios en el metabolismo y la pérdida muscular ocasionen un incremento en el peso, el cual puede afectar gravemente la salud, por lo que este es un momento importante para enfocarse en hábitos de estilo de vida saludables.
Siguientes pasos
No todas las mujeres tienen los mismos síntomas, o la misma intensidad, por lo que la perimenopausia es el momento ideal para elaborar un plan para controlar los cambios que se están atravesando y que se atravesarán en el futuro. Hay muchos libros y recursos digitales disponibles también, que es recomendable consultar y usar para conectarse con otras personas.
Durante la menopausia, aumenta el riesgo de presentar ciertas enfermedades y afecciones, como la enfermedad cardíaca, osteoporosis e infecciones de las vías urinarias. Se pueden hacer varias cosas para aliviar los síntomas y cuidar la salud.
Hay que asegurarse de incorporar hábitos de estilo de vida saludables, incluidos los siguientes:
Hacer ejercicio regularmente, que incluya entrenamiento cardiovascular y de resistencia. Esto ayuda a prevenir la pérdida muscular, estimular el metabolismo y fortalecer los huesos. El entrenamiento de resistencia puede incluir levantar pesas o hacer ejercicios usando el peso corporal.
Seguir una alimentación equilibrada y saludable, y evitar los alimentos procesados y el exceso de azúcar.
Limitar o eliminar el consumo de alcohol.
Mantener un peso saludable.
Dejar de fumar o de consumir productos de tabaco.
Reducir el estrés y prestar atención a la salud mental.
Si bien suele ser un motivo de dudas, la terapia hormonal también puede ayudar a aliviar los síntomas de la menopausia. El tratamiento con estrógeno es la opción de tratamiento más eficaz para aliviar los sofocos. Además, el estrógeno ayuda a prevenir la pérdida ósea. También hay alternativas no hormonales. Es importante hable con el médico sobre los riesgos y los beneficios de cada tratamiento para determinar cuál es el indicado.