Los agricultores de la región claman por soluciones urgentes para salvar lo poco que queda. “Puede haber una tragedia mayor”, alertó una representante del centro poblado Monterón.

La Región Piura enfrenta una de las peores crisis hídricas de su historia, y el impacto no solo ha destruido cultivos, sino que también quiebra a quienes dedican su vida al campo. El pasado fin de semana, Alcides López Bustamante, un agricultor de 40 años, falleció tras sufrir un paro cardíaco al ver cómo la sequía arrasaba con su parcela de arroz.

López, conocido como “el curita” en el caserío CP6 - Partidor, en el distrito de Las Lomas, se convirtió en el rostro más trágico de una crisis que golpea sin tregua a la región. Según informó Sandra Floriano a Exitosa, representante de los agricultores del centro poblado Monterón, el fallecimiento ocurrió luego de que el hombre no pudiera soportar la pérdida de su trabajo y sustento.

“Lo hemos perdido todo”, narró Floriano con pesar. “El arroz ya no se puede salvar, los plataneros llevan más de 120 días sin riego. Todo se viene abajo”.

Cosechas que se secan, vidas que se quiebran
La falta de agua en Piura no solo afecta hectáreas de cultivos, sino que también se convierte en una carga emocional para miles de agricultores. Invertirlo todo, desde dinero hasta esperanza, y ver cómo la tierra se convierte en polvo es un golpe difícil de soportar.

El caso de Alcides López es un claro ejemplo de cómo la desesperación puede llegar al límite. Este agricultor, como tantos otros, apostó por sus cultivos en medio de la incertidumbre, solo para ver cómo se esfumaban sus esfuerzos ante una sequía que parece imparable.

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