Los visitantes disfrutaron. Febrero se convierte en un mes de júbilo en casi todo el país. Cajamarca y Puno son los destinos con las mejores festividades para los turistas. Pero, más allá de los juegos con agua y la algarabía, los carnavales peruanos son una muestra viva de nuestras raíces. La fiesta es casi nacional.
Febrero marca el inicio de los carnavales en cada rincón del país. Esta festividad mezcla tradición, devoción y diversión en una explosión de colores.
En San Martín es con el Carnaval Riojano. Ucayali con el Carnaval Ucayalino y el Carnaval de Los Cachudos. En Cusco, el Carnaval de San Pablo. Junín con su tradicional Huaylarsh. Lambayeque tiene el Carnaval Costeño Pacorano Antiguo. Madre de Dios celebra el Carnaval Fiesta de Mi Tierra. En Piura es el Carnaval Cataquense. En Áncash, el Carnaval Huaracino, y muchos más. Pero los más conocidos y atractivos están en Cajamarca y Puno.
COPLAS Y CONTRAPUNTO
Como es sabido, esta fiesta se extiende hasta marzo debido a la larga serie de actividades. En Cajamarca, por ejemplo, destacan el Concurso de Coplas y Contrapunto, el Jueves de Compadres, la entrada del Ño Carnavalón con el clásico baño de agua y pintura, el Concurso de Patrullas y Comparsas en un desfile donde los participantes intervienen en diferentes categorías y van acompañados de música.
El paso del tiempo ha ido cambiando algunas costumbres, especialmente con relación a la copla y contrapunto, pues anteriormente las fiestas se armaban con estas melodías del carnaval, pero hoy en día se ha digitalizado y Ñontol conocido escritor y creador de coplas del Carnaval de Cajamarca, busca recuperar esa tradición.
“Queremos que se siga la tradición con la creación de coplas. Antes las coplas y contrapunto eran el corazón del carnaval. Hay eventos que se organizan y traen a grupos de diferentes géneros, como salsa y música muy variada, y no entiendo porque los turistas vienen a ver el carnaval, nuestras costumbres, nuestras voces, nuestros instrumentos”.