Este sábado habrá una campaña de limpieza pública impulsada por Madrid para dejar a Piura brillando. Como si fuera una cruzada, le ha pedido a la población que salga con escoba en mano a barrer sus calles. Dicha invitación la ha estado haciendo él mismo a través de un video colgado en la plataforma de Tik Tok. 

Allí también se ve, haciéndole barra, a esta joyita del fujimorismo: el primer vicepresidente del Congreso de la República, Arturo Alegría. A éste, los votos de su bancada acaban de salvarlo de ser censurado por tramposo. Gente así, de fulera, es la que rodea a Madrid. Hay que decir también que los cargos no le dan lustre a nadie. Salvo que los desempeñen bien. Sin ir muy lejos, y para ilustrar lo primero, allí tienen a Madrid y al mismo Alegría.

Volviendo al tema, seguramente Madrid pensará que se va a sacar la lotería, aunque ya se la sacó con su elección como alcalde, jabonándole la cara a Piura y cepillándole sus calles y, ambas cosas, en un solo día. Pichones, como diría Tulio Loza. Madrid lograría ganarse las indulgencias de los piuranos mejorando el servicio de limpieza pública, que es pésimo, ordenando la ciudad, siendo más empático con los vecinos y conversando con ellos, no engañándolos ni insultándolos, y comportándose como la mujer del César, que no sólo debe ser honrada sino parecerlo también. Nada perdería, Madrid, si hablara con su conciencia y se mirase al espejo. Hazlo Gabriel; es una buena terapia. Te limpia el alma.

La Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura le ha otorgado un plazo de diez días hábiles, tanto a la municipalidad de Piura como a la constructora Fuerte Roble, para que, en ese tiempo, ambas entidades respondan a una demanda de amparo presentada contra ellas por violar, con la construcción del llamado Parque de Aguas, el derecho constitucional que le garantiza a los ciudadanos gozar de un ambiente equilibrado y adecuado al desarrollo de la vida y a la protección de la salud. En esa demanda se está pidiendo dos cosas: como pretensión principal la nulidad del contrato y, como pretensión secundaria, la paralización de la obra.

Sea cual fuese el resultado de esa demanda, lo cierto, lo bueno, lo trascendente, es que con ella se está dejando un enorme precedente para que, de ahora en adelante, ninguna autoridad, de la ordinariez de Madrid, de la ralea de éste, sigan su ejemplo y actúen como él, a su estilo, que no es otro que la de zurrarse en los vecinos, enfrentarlos y hasta llenarlos de agravios. Como  lo hizo y lo sigue haciendo hasta el día de hoy con los vecinos del ex parque “Néstor S. Martos”, quienes también le han dado, dicho sea de paso, otra gran lección: no meterse con la naturaleza. A ella hay que respetarla y defenderla, le han dicho. A ver si ahora Madrid se atreve a traerse abajo un algarrobo. ¡Cojones!

Y como si llover sobre mojado no humedeciera más el suelo, ahora a Madrid también se le viene otro morrocotudo conflicto. Pues los vecinos del centro de Piura no están dispuestos a arriar banderas ni a rendirse si Madrid persiste en salirse con las suyas y poner patas arriba ese espacio urbano de la ciudad, y, de paso, desfigurar y deslucir la emblemática avenida Grau. Para enfrentarlo, estos vecinos ya alistan baterías, mientras que todo un bufete de abogados se prepara para empapelarlo y dejarlo como momia arrafada.

Encima, los comerciantes del Complejo de Mercados quieren también prenderle fuego a Madrid o quemarlo con leña verde por haber ordenado el enrejado del bulevar de la avenida Mártires de Uchuraccay. Se oponen a dichas vallas metálicas porque obstaculizan el acceso de público y porque impedirían, en una situación de emergencia, la salida rápida de quienes busquen ponerse a buen recaudo. Y porque, además, hay un mandato judicial que prohíbe bloquear el libre tránsito de las calles del mercado de Piura. Mira, Gabriel, en los líos en que te metes por no consultar antes con los vecinos o, en este caso, con los comerciantes de este importante centro de abastos de Piura.