El investigador Luis Alberto Arista afirma que Toribio Rodríguez de Mendoza Collantes pasa a la política activa desde el mundo religioso, logrando ser presidente del primer Congreso del Perú y firmando el acta de la aprobación de la Constitución de 1822, tras "ver desde niño la pobreza y explotación de los indios peruanos".
Toribio Rodríguez de Mendoza Collantes (1570-1825), considerado el maestro de la generación que forjó la Independencia del Perú, se dio cuenta de que la "lucha de palabras e ideas" no bastaba para lograr la emancipación, afirmó Luis Alberto Arista, profesor universitario en Filosofía y Ciencias Sociales. El autor del libro Toribio Rodríguez de Mendoza Collantes, forjador de la peruanidad sostuvo que el historiador Jorge Basadre calificó a Rodríguez de Mendoza como uno de los fundadores del pensamiento liberal en los criollos.
"Él fue fundamentalmente un educador, pero con una gran formación filosófica, humanística y teólogo. En el plan de reforma educativa que él presenta a la corona española, incluso emplea el concepto de reforma republicana de la educación superior porque él llegó a ser rector de la Universidad de San Marcos y en ese plan, junto con los escritos que prepara, desde el punto de vista de la defensa de investigación científica con Hipólito Unanue, son los dos grandes mensajes desde el punto de vista pedagógico", dijo.
"Un gran personaje"
Luis Alberto Arista precisó que Toribio Rodríguez de Mendoza Collantes nació en Chachapoyas; comenzó su tarea pedagógica en Trujillo; luego en Lima, en el Seminario Santo Toribio de Mogrovejo; y después en el Real Convictorio de San Carlos, donde llegó a ser rector, para luego pasar a la Universidad San Marcos.
"Su padre es un pequeño latifundista, tenían chacras de frutales y de tabaco y allí ve la pobreza de los campesinos y de los indios. Y luego cuando va a los 12 años a Trujillo a estudiar para sacerdote y al recibirse de sacerdote es nombrado como cura misionero y catequista de una hacienda de indios: Marcaval, muy cerca ahora a este mundo siniestro que se llama Pataz. Ahí nuevamente constata. Pero él se hace una pregunta fundamental: ¿Cómo puedo ayudar a esta gente pobre desde aquí? Imposible, entonces baja a la costa", explicó.
"Él cree que la lucha de palabras y la lucha de ideas no basta, entonces entabla relaciones fundamentales con (José Faustino) Sánchez Carrión y con (Hipólito) Unanue. Esas dos amistades son fundamentales en su vida política", afirmó.
Con el logro de la independencia del Perú, el general José de San Martín y el general Simón Bolívar expresaron su confianza en Toribio Rodríguez de Mendoza Collantes con la evidencia de que era "un gran personaje" y con "mucha influencia sobre todo en la juventud estudiosa".