91 % de los peruanos rechaza la gestión que realiza Dina Boluarte Zegarra.
La mandataria es cuestionada por hacer prevalecer razones de conveniencia política y no técnicas para mantener en el puesto al inoperante Ministro del Interior Juan Santivañez.
El responsable de la seguridad ciudadana se ha dedicado más a su labor de 'escudero' de la mandataria por el asunto de los relojes Rolex, que a diseñar estrategias más eficaces en el combate contra el crimen organizado que cada día genera más inseguridad entre los peruanos.
También el estudio revela el rechazo a la labor que desempeña el Premier Gustavo Adrianzén, por su poco criterio técnico para administrar al Gabinete Ministerial.
Pero al margen del descontento popular por la pésima labor de Dina Boluarte, el Premier y el titular del Interior, el asunto es qué hacer para involucionar el descontento popular.
Pensar que el Congreso de la República la va a vacar a Dina o a exigirle que renuncie al cargo, es una utopía como la que describe el escritor italiano Tomás Moro en su famosa obra "Utopía". Es improbable por el momento.
Y lo es por la sencilla razón de que el Poder Legislativo avaló por motivos de interés político, la asunción de Dina al sillón presidencial, luego de la vacancia de Pedro Castillo tras el fallido golpe de Estado ocurrido el 22 de diciembre de 2022.
Luego de este episodio, el Congreso conminó a Dina a renunciar a la militancia de Perú Libre como requisito indispensable para imponerla en el poder.
Ella aceptó el favor político con la condición de 'someterse' a los caprichos y antojos del Primer Poder del Estado que ha impuesto una especie de dictadura gubernamental con fines políticos de continuar en el futuro en el poder.
Sin ese peligro de ser relevada en el mando por el Congreso, Dina Boluarte se mantendrá en el cargo hasta el 2026, salvo que una revuelta popular la obligue a dimitir.