Comentarios a vuelo de pájaro


 PENSÁBAMOS comenzar esta columna ocupándonos de un mensaje que, por Fiestas Patrias, Madrid publicó a media página en El Tiempo del domingo pasado, pero cambiamos de parecer y nos decidimos más bien por empezarla transcribiendo un párrafo de lo que Aldo Mariátegui ha escrito hoy en su columna de Perú 21 sobre lo sucedido en Venezuela. 
º ÉL dice que espera que “Maduro y su gavilla acaben como Mussolini, colgados boca abajo en alguna plaza caraqueña”, mientras que, para el ex canciller peruano Luis Gonzales Posada, aquella pesadilla venezolana sólo acabará con un levantamiento militar o con un derramamiento de sangre -decimos nosotros- provocándolo.
º DICHO lo anterior, ahora sí pasemos a lo de Madrid. Su mensaje por Fiestas Patrias, publicado como un aviso pagado en El Tiempo del domingo último, como ya lo dijimos, comienza con este disparate: “Se retroalimentan, se necesitan. La reciprocidad identitaria es clara. No obstante, las autoridades antecesoras, descuidaron uno de los pilares en los que se asienta la identidad de los piuranos: la ciudad”.    
º QUIEN le haya escrito eso a Madrid debe de sufrir algún desorden mental o carecer del más elemental conocimiento de lo que se entiende conceptualmente por identidad. El párrafo citado es un galimatías (algo sin sentido, confuso) en el que desbarranca gente de pensamiento débil, superficial, esponjoso, y bloqueada también por  una inocultable ignorancia supina.
º A leguas se nota que Madrid gusta rodearse, como fruto de una inclinación malsana, de gente corriente, anodina, gris y que no contribuye en nada, por ser lo que es, a elevar el nivel de su gestión y su comportamiento. Por si no lo sabe, la medianía sólo nubla el pensamiento, si es que no lo enturbia, y ensombrece el camino correcto. 
º EN una cerrazón parecida se encuentra Madrid, y de allí no saldrá salvo que enmiende, por más spots que sus corifeos cuelguen, como salchichas, en las redes sociales. Como uno reciente en el que se le ve y se le escucha citar a Mateos, el del Evangelio, mientras coloca la primera piedra de una obra que piensa hacer en el asentamiento humano San Pedro. Ridículo se le oye. 
º VOLVIENDO a su saludo por Fiestas Patrias, en él le hacen decir sin escrúpulos una barbaridad de sandeces. Como que Piura fue “la primera voz revolucionaria de la independencia” y que él vino hasta acá, como Tarzán y “consciente de nuestro papel en la historia” (miren eso) a transformarla y a sembrar piuranidad (con cemento, le faltó decir). Y que la remodelación del Teatro Municipal convertirá a Piura “en un centro neurálgico del arte y de la tradición milenaria”.
º COMO nos lo decía hoy Gerardo Cabrejo, las alucinaciones de Madrid son hiperbólicas. Se fanatiza con lo que se imagina, y en sus desvaríos hasta fantasea convertido, por ejemplo, en un alcalde de París, Barcelona o Roma. Si a esa alucinosis no se le ponen freno, mamma mia, como dirían los italianos.
º ESO de afirmar que, con la remodelación del Teatro Municipal, Piura pasará a convertirse “en un centro neurálgico del arte y de la tradición milenaria” simple y llanamente es una estupidez, una gansada, un despropósito, una payasada. Eso jamás se consiguió en todos aquellos años que tuvo de vida y funcionamiento este Teatro Municipal que Madrid, fiel a su costumbre y a sus gustos, piensa remodelar con una inversión millonaria. 
º DE teatro, aquél sólo tuvo el nombre. Pues, desde un comienzo fue concebido para ser usado más que todo como una sala de cine, y de eso vivió: proyectando películas. Y, de no haber sido así, se hubiese ganado fácilmente el remoquete de elefante blanco. Y, cuando dejó de funcionar, cierto alcalde no tuvo mejor idea que utilizarlo para atornillar allí al personal que deambulaba por los pasillos del palacio municipal por falta de espacio y por no tener tampoco un lugar donde sentarse y trabajar.
º EL Teatro Municipal que Madrid se está inventando no va a poner a Piura en el top ten de los centros culturales más atrayentes del país. Ese sueño no se consigue de la noche a la mañana. No llega como alud, Gabriel. Los charlatanes que tienes a tu lado sólo te hacen decir tonterías. Necesitas tener a tu costado, para que te hagan quedar bien, gente cultivada, lúcida, entendida. No gente de medio pelo. Y si no las encuentras en Piura busca esas mentes instruidas en otras partes. Como hacía José Aguilar Santisteban en sus tiempos de alcalde.
º ÉL hizo desfilar, por su despacho, a gente intelectualmente de mucho respeto para que lo ilustraran en determinados temas. Entre otros, trajo, por ejemplo, al sociólogo Manuel Dammert, al arqueólogo Cristóbal Manuel María Campana y a la bióloga Teresa Documet, a ésta última para que lo apoyara con lo del parque Kurt Beer. Y tuvo a su lado, para que lo recreara con el tema de la piuranidad, a don José Estrada Morales. Muy versado en eso. 
º PARAFRASEANDO a la recordada Nadine Heredia, “¿Tan difícil resulta caminar derecho, Gabriel?”.
HASTA MAÑANA

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