Familias de bajos recursos alquilan sus precarias viviendas a comerciantes que almacenan grandes lotes de mercadería y plásticos sin ninguna medida de seguridad ni supervisión efectiva por parte de la Municipalidad Metropolitana de Lima.
Para los bomberos voluntarios que, constantemente, atienden voraces incendios en el Cercado de Lima, la zona de "Barrios Altos es el almacén de Mesa Redonda y el Mercado Central".
Una muestra de ello es el incendio que comenzó la tarde de ayer, a las 06:07 p.m., en el jirón Cangallo 400 y que, hasta el momento, ha dejado un trabajador de Sedapal con el dedo amputado, 20 familias en la calle y cinco bomberos con lesiones menores, de acuerdo a lo informado por las autoridades.
Los comerciantes no tienen dónde guardar sus productos y viejas casonas de los jirones Puno y Junín, en Barrios Altos, se han convertido en sus almacenes. Por eso vemos a carretilleros y tráilers cargando y descargando mercadería. Las familias de bajos recursos arriendan salas, comedores, cocinas para guardar la mercadería, incluso, dentro de los solares, los comerciantes han levantado edificios sin ninguna medida de seguridad ni supervisión municipal", relató un brigadista.
Esta alarmante realidad representa un riesgo enorme para los vecinos de Barrios Altos, porque estas viviendas, principalmente de quincha y madera, tienen conexiones eléctricas del siglo pasado y los predios una antiguedad de hasta 150 años. "No tienen las condiciones mínimas para almacenar juguetes, plásticos ni ningún producto similar", añade otro bombero.
Con respecto a esta realidad, César Calderón, gerente de Gestión de Riesgos de Desastres de la MML, informó que el depósito de juguetes y plásticos donde se originó el voraz incendio la tarde de ayer, en la zona de Barrios Altos, fue clausurado dos veces, en 2023 y 2024, y que pese a la sanción los residentes seguían utilizándolo como almacén.