Parlamentarios se ausentaron y gestionaron licencia el día en que se debatió la norma. Se abre una nueva oportunidad para que el Congreso use su voto a favor de la población y no de la extorsión o el crimen.

Pese a que el tema aún no ha sido agendado en el Pleno, las bancadas tienen una gran responsabilidad en la nueva votación para derogar la Ley 31143, la cual se ha evidenciado que ha excluido a miles de personas del sistema financiero formal desde su promulgación en 2021.

El último miércoles 12 la medida ya había sido aprobada en segunda votación con 67 votos a favor, 24 en contra y 5 abstenciones. Sin embargo, se repetirá la votación debido a lo que denominaron “un error en el conteo de votos”, tal como dio a conocer el presidente del Congreso, Eduardo Salhuana.

Esto para beneficio de Podemos Perú y su líder José Luna Gálvez, abanderado de la lucha contra la derogatoria de esta nefasta norma, quien anunció que su bancada envió la carta a la Mesa Directiva del Congreso pidiendo la reconsideración de la votación.

De hecho, se evidenció el último domingo que fueron 27 los legisladores que votaron en contra de que se derogue el tope a las tasas de interés, pertenecientes principalmente a bancadas de izquierda y los no agrupados. Es decir, podría estar en manos de incluso más congresistas, exactamente 29 que no estuvieron presentes en la votación (ver recuadro), para saber cuál es el destino de esta norma.

Los congresistas de derecha e izquierda que no estuvieron presentes en la votación del Pleno podrían cambiar el curso de la inclusión financiera formal en el país con su posición. Además de los que estuvieron ausentes, hay legisladores que se abstuvieron en la votación que decidía si se derogaba o no la Ley 31143. 

Fue el propio Banco Central de Reserva el que reportó que la tasa de interés máxima subió de 83.4% en octubre de 2021 a 112.98% hasta 2025. También se sabe que cerca de medio millón de personas quedaron fuera del sistema financiero formal debido a los topes impuestos por la norma, lo que favoreció el crecimiento del crédito informal, encabezado por el ‘gota a gota’ que ya se ha llevado la tranquilidad de decenas de emprendedores. 

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