PLATA AL AGUA. En este año, 19 comisiones especiales siguen en actividad. Desde julio de 2021 hasta la fecha, se ha contratado a más de 300 personas en dichos grupos de trabajo, con sueldos que oscilan entre S/3,000 y S/14,000.
Sigue el derroche del dinero en el Congreso en gastos considerados como innecesarios, según los expertos. A menos de dos meses de que se diera a conocer que el Parlamento viene gastando S/600 mil en la compra de más pasajes nacionales e internacionales para los llamados ‘padres de la patria’, hoy revelamos que, desde el inicio de la primera legislatura de julio de 2021 hasta la fecha, se han creado 24 comisiones especiales, lo que ha ocasionado el desembolso de más de S/10 millones en la contratación de 307 trabajadores.
Los montos de los sueldos de este personal distribuido entre esos grupos —que funcionan de manera paralela a las 24 comisiones ordinarias ya existentes— oscilan entre S/3,000 y S/12 mil. De esas 24 comisiones ad hoc creadas en estos casi tres años, 19 de ellas siguen en actividad. De esa cifra, 11 se crearon en 2021 y el resto entre 2022 (3), 2023 (4) y este año (1).
Tener más tiempo de trabajo no quiere decir que el resultado siempre será mejor. Según información entregada por el Congreso a este diario, al amparo de la Ley de Transparencia, en la Comisión Especial de Seguimiento de la Incorporación del Perú a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (CESIP -OCDE), que empezó a funcionar desde octubre de 2021, se ha contratado, en todo ese tiempo, a 17 personas, entre auxiliares, técnicos y asesores nivel II, con sueldos de S/3,436, S/5,806 y S/8,957, respectivamente. Actualmente, se ha quedado solo con cuatro trabajadores: un auxiliar, un técnico y dos asesores nivel II. Es decir, viene funcionando dos años y medio.
En el otro frente de esa realidad, con menos tiempo de vida, se encuentra la Comisión Especial a favor de los Valles de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro – VRAEM (2023 – 2024), para que estudie, monitoree, evalúe, proponga y promueva el cumplimiento de las políticas, planes, programas, proyectos, estrategias, entre otras acciones dadas por el Ejecutivo a favor del VRAEM. Esta arrancó en noviembre de 2023.
Según la planilla de los trabajadores de esa comisión con nombre rimbombante, antes de que entre en funcionamiento ya tenían contratados, en 2022, cuatro trabajadores. Desde esa fecha hasta la actualidad han pasado por ahí 11 trabajadores, y hoy se han quedado solo con cuatro: dos asesores nivel II con un generoso sueldo cada uno de S/10,301; un auxiliar, de S/3,436; y un técnico de S/5,806.
El integrante de la comisión especial a favor del VRAEM, Guido Bellido, defendió su grupo de trabajo porque, según él, “no se trata de un gasto innecesario”, sino de un trabajo de fiscalización a las necesidades que deben ser atendidas en esa zona.
PLATA AL AGUA
Los constitucionalistas Alejandro Rospigliosi y Erick Urbina aseguraron a este medio que la conformación de las 24 comisiones especiales en el Congreso representan “gastos innecesarios” y “es tirar la plata al agua”.
Para Urbina, no tiene sentido que una comisión especial, como la de apoyo al VRAEM, dure más de un mes y realice un trabajo de monitoreo, porque esa labor la puede llevar a cabo un grupo de trabajo de la comisión ordinaria del sector.
De acuerdo con Rospigliosi, la contratación de 307 trabajadores demostraría que la mayoría de las 24 comisiones especiales se han creado “para pagar favores políticos” a través de la contratación de personal.
“Deberían eliminarse en la nueva legislatura como un gesto de austeridad con el país por el aumento de la pobreza monetaria y la recesión económica. Las comisiones especiales no tienen un análisis costo-beneficio que justifique que continúen”, concluyó.