En el mismo evento, la jefa de Estado enfatizó que su gestión no tolera los actos de corrupción ni a los ‘corruptores’. Sus declaraciones se producen tras la decisión del Poder Judicial de dictar prisión preventiva contra su hermano, Nicanor Boluarte.
La presidenta de Perú, Dina Boluarte, protagonizó un momento controvertido durante la promulgación de la ley que autoriza el nombramiento de docentes contratados en universidades públicas. En el evento, realizado en el Palacio de Gobierno, la mandataria recibió como obsequio una estatua de la Justicia. Sin embargo, sus declaraciones generaron sorpresa al sugerir un desconocimiento sobre el significado simbólico de la figura.
“Muchas gracias. Está ciega la justicia, le vamos a quitar la venda”, expresó la mandataria durante el evento. Cabe mencionar que sus declaraciones surgen en medio de los cuestionamientos que su gestión enfrenta por presuntos actos de corrupción, generaron una amplia repercusión mediática y política.
El comentario llamó la atención, especialmente porque la venda en la figura de la Justicia tiene un profundo simbolismo. Representa la imparcialidad del sistema judicial, enfatizando que las decisiones deben basarse únicamente en los hechos y las leyes, sin influencias externas o prejuicios. Según interpretaciones tradicionales, esta ceguera simbólica asegura la igualdad ante la ley, independientemente de la identidad o estatus de las personas involucradas.
Solo 5,1 % aprueba su gestión
La presidenta Dina Boluarte enfrenta una grave crisis de legitimidad, con una desaprobación que alcanza el 89,5 % a nivel nacional, según la más reciente encuesta urbana y rural de CPI, difundida este sábado. Este alto rechazo refleja el descontento generalizado de la ciudadanía hacia su gestión, marcada por conflictos sociales, tensiones políticas y la falta de soluciones a problemas estructurales en el país.