Federico Camino analiza la crisis moral y política que vive el país. Opina de la debacle política en el país y el mundo y advierte los riesgos de los radicalismos.
Hay crisis de valores e idoneidad.
Así es. Parece que los actuales congresistas han sido elegidos teniendo en cuenta su absoluta inutilidad. Son de una mediocridad alarmante. Son personas que han llegado al Congreso para resolver sus problemas económicos y asegurarse un bienestar, pero no han pensado en absoluto en el Perú. Bertrand Russell, el filósofo inglés, decía que lo que tenía de bueno la democracia era que los elegidos no podían ser peores que aquellos que los eligieron. Y eso podemos verlo en Perú.
Eso está peleado acá…
Así es. El hecho de que Castillo haya sido elegido es sintomático de lo que este país quiere. A él lo eligieron por ser alguien que representaba a la gran mayoría de peruanos. Que resultara un desastre y totalmente incapaz de asumir la responsabilidad, era otro asunto, pero había un reclamo. El país está adquiriendo conciencia de clase, de su fuerza, de sus necesidades y de la manera de poder satisfacerlas. Eso no se había dado hasta hace muy poco.
“Ser es ser percibido” decía otro filósofo. ¿Castillo era una performance? Un profesor que no dictaba…
Ese es George Berkeley: Esse est percipi. En efecto. Pero la mayoría votó por él no solo porque el adversario era Keiko, sino porque tenían esperanzas de que represente sus intereses. Que no los representó y que resultó un fraude, es otro asunto. Los próximos políticos deben tener en cuenta ese despertar de la conciencia, cosa que no se ha dado en la historia del Perú.
¿Con ningún presidente?
No creo. Ahora las comunicaciones son muchísimo más rápidas y abarcan todo el país. Las personas se enteran de muchísimas cosas que antes daban por dadas. Pero también hay más mentiras y fake news.
Castillo decía que los blancos gobernaron 200 años. Una gran demagogia. Desgraciadamente, no fue el presidente que se quería. Fue una versión agravada de los que se había dado en casi todos los presidentes a partir de Odría, que es la experiencia que viví.