“Lo irónico, después de todo este atropello, es escuchar a lo más rancio del Congreso regurgitar todas sus frustraciones y mediocridades, pero con la prepotencia que les caracteriza para retar con ironía a la Corte Interamericana de Derechos Humanos”. RICHARD ARCE.
Se ha aprobado un nuevo legicidio en este Congreso irresponsable. La llamada ley de amnistía o ley de impunidad a la violación de derechos humanos, para que en nuestro país se limite los delitos de lesa humanidad, prescribiendo los crímenes de este tipo para evidentemente favorecer a los asesinos del conflicto armado interno, terroristas de Sendero Luminoso, malos militares y autoridades de la época que tienen hoy procesos judiciales abiertos.
No se han hecho ni remilgos para aprovechar el receso parlamentario, menos han tenido escrúpulos para aprobarlo en segunda votación, a través de la Comisión Permanente, sabiendo que esta solo trata temas de urgencia y de trámite para el funcionamiento del Congreso.
Este despropósito coloca al país como un paria internacional, porque pretenden modificar tratados y acuerdos internacionales a los que está adherido el país por décadas. Ahora, con una simple ley del Congreso, con 15 votos a favor y 12 en contra, tiraron a la borda nuestro prestigio de país democrático y respetuoso a los cánones establecidos en las relaciones exteriores; vayan olvidándose de nuestra inclusión a la OCDE, ahora nos están convirtiendo casi en una república bananera que no respeta el Derecho internacional.
Lo irónico, después de todo este atropello, es escuchar a lo más rancio del Congreso regurgitar todas sus frustraciones y mediocridades, pero con la prepotencia que les caracteriza para retar con ironía a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH). A ver qué dice ahora, mostrando ignorancia y sobre todo petulancia en temas tan sensibles que le hacen mucho daño a la institucionalidad del Estado y a la ya deteriorada imagen internacional que tiene nuestro país por culpa de estos aventureros de la política que fungen hoy de congresistas.
Ya hay antecedentes donde la Corte IDH se ha pronunciado y ha conminado a los países que han pretendido zurrarse en la legislación internacional en materia de DD.HH. En 2019 la Corte ordenó suspender el trámite legislativo a Guatemala y El Salvador por proyectos de ley muy parecidos al que ha aprobado este Congreso de impresentables.
No solo no conocen las competencias internacionales que tiene la Corte IDH, actúan como una manada en tropel para atropellar todo lo avanzado en materia de DD.HH. en nuestro país y juegan en pared; sino, pregunten al premier Adrianzén, que ya se olvidó que antes defendía la competencia del Sistema Interamericano de DD.HH.