Sus opositores querían que su mandato acabase este 2024, y se sellara con un nuevo proceso electoral para que saliera de allí su sucesor.  Pero eso no va a ocurrir.

Santos Montaño, el actual rector de la Universidad Nacional de Piura, recién dejará su cargo en el 2028 por disposición expresa de la asamblea universitaria y también por sentido común. Pues, si Montaño fue elegido para ser rector por cinco años, cinco años tendrá que permanecer allí. Contándolos a partir de su asunción oficial a dicho cargo. Quien diga que no, bueno. Ustedes ya saben. Que se lo coma el león.

Si hasta mañana jueves, la municipalidad de Piura no cumple con hacerle llegar al gobierno regional el expediente técnico para la construcción de las proyectadas nuevas pistas del centro de la ciudad y del también nuevo drenaje pluvial para este mismo espacio urbano, el riesgo inminente que se presentaría, según dicen, es que ya no haya plata para ejecutar dichas obras. Se perdería el dinero que existe habilitado por esa supuesta e injustificada demora y fatal descuido. Neyra y Madrid creen que los piuranos se chupan el dedo.

Cuando este último convocó a los vecinos del centro de Piura para hablarles sobre lo que tenía pensado hacer allí, éstos, en dicha reunión, le objetaron básicamente dos cosas: La primera, que no haya habido una consulta previa con ellos al respeto; y, la segunda, que lo que él tenía planeado introducir como novedad en la avenida Grau era un error, un absurdo. Una renovación que deformaría por completo esta artería tan particular para los piuranos.

Dichos vecinos esperaban seguir conversando con Madrid y hacerlo esperanzados en que éste podría escucharlos. Ahora ya no habrá tiempo para eso y la conclusión que sacan es que Madrid les tendió una trampa con esa reunión que hubo hace menos de quince días. Fingiendo que los tenía allí para supuestamente debatir con ellos esa recuperación del centro urbano de la ciudad cuando ya todo lo tenía finiquitado. Y esperando hasta lo último para salir con esa nueva patraña, también bien calculada y trabajada en pared con Neyra, de que, si no es ahora, ¿cuándo será?, como habría dicho Emma Watson.

La perversa política de Madrid de hacer lo que quiere sin consultar, y con trampas, y aplicando lo de todo está ya consumado se vuelve, pues, a repetir con los vecinos del centro de la ciudad, como antes la usó con los vecinos del ex parque “Néstor S. Martos”, y quién sabe con quienes más de ahora en adelante. Eso de que el dinero que hay para la construcción de las nuevas pistas de Piura se perdería si el expediente técnico no llega hasta este fin de semana a manos del gobierno regional es definitivamente otra invención cierta, pero urdida con cálculo, para sacarle la vuelta y la lengua a los mencionados vecinos.

¿Qué hacer con Madrid? Debemos decir primero que nunca antes hubo en Piura un alcalde de esa ralea, pelaje o estofa. Su elección nos sumerge en complicadas cavilaciones para tratar de explicarnos de cómo es posible que se den aberraciones electorales así. Bien ha hecho este Congreso de la República en aprobar, en primera votación, la reelección, por un solo periodo más, de gobernadores regionales y alcaldes, pero postulados en ese intento por un partido político. Ya no encabezando ningún movimiento regional o local. Éstos sólo incuban mafiosos. ¿O no?

Pero, ¿Qué hacer con Madrid?, es la pregunta. Lo cierto es que no hay que rascarse demasiado la cabeza para hallarle una respuesta a esa pregunta. La solución la tienen los piuranos en sus manos ahora. Iniciarle un proceso de revocatoria para echarlo de su cargo y trabuscarlo, eso sí, antes de que se vaya. Pues los primos son terribles. Tampoco faltarán quienes, en tono pesimista, pregunten: ¿Y si no se consiguen las firmas que se necesitan para regresar a Madrid a Tambogrande o devolverlo sin cargo de retorno? No importa. Morir en el intento es lo que vale, y seguir dejándolo como palo de gallinero más todavía si lo primero naufraga. 

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