Comentarios a vuelo de pájaro
º EL próximo sábado estaremos celebrando ya el Día de los Difuntos. Rindiéndole culto a nuestros muertos. Visitando sus tumbas y recodándolos. Nuestra madre en vida cumplía años también ese mismo día y los restos del todavía único hermano ausente yacen muy lejos. La muerte lo sorprendió en la ciudad argentina de Salta y allá se quedaron. Que Dios lo tenga en su gloria.
º UN día antes, o mejor dicho, el 1 de noviembre, también estaremos conmemorando el Día de Todos los Santos, que es una solemnidad católica instaurada para honrar a todos los santos conocidos e, igualmente, a los que no lo son. Y en la víspera, o sea, el 31 de octubre, acá en el Perú celebramos el Día de la Canción Criolla y Halloween. Esta última con el mismo alboroto que desata en otras partes.
º AYER, los dos diarios locales -Correo y La Hora- aparecieron abriendo sus portadas con titulares parecidos y refiriéndose ambos al problema de la escasez de agua. Uno decía “Empezó la pesadilla” (Correo) y el otro “Sólo queda agua para un mes en Piura” (La Hora). Cierto. Pero lo que no es ninguna novedad es la inveterada costumbre que tienen los piuranos y las instituciones encargadas de velar por ellos de esperar siempre la última hora o hallarse indefectiblemente en el borde del precipicio para chillar, desesperarse, pedir socorro.
º OCURRE cuando llueve torrencialmente, ahora con más frecuencia que antes. Seguramente se deba al cambio climático que El Niño, La Niña y el Niño Costero aparezcan por acá más seguido y hasta tengamos también la visita de un ciclón, como el que tocó nuestras costas a principios del año pasado, en pleno verano, y que nuestros ocurrentes meteorólogos bautizaron con esta palabra quechua, Yaku, que significa precisamente eso: agua. Que es la que ahora nos falta y nos sobra cuando acá el cielo se encapota y llueve a cántaros y el peligro y el infortunio acechan.
º CUANDO sucede lo último, recién nuestras autoridades corren de aquí y de allá para solicitar declaratorias de emergencia y, sobre todo, plata y manga ancha para gastarla a su libro antojo con la excusa de que las urgencias son de tal magnitud y vienen tan de prisa que no queda tiempo para perderlo en parsimoniosas diligencias administrativas. Se dejan de lado los papeleos y, para que vuelen, las órdenes de compras y pagos son impartidas a viva voz y a todo pulmón. Y si hay vueltos con estas compras y pagos dispuestos de aquella manera, éstos no tienen retorno o se quedan anticipadamente a la ida.
º AHORA, con esto de la escasez del agua, el mismo pedido de declarar en emergencia a Piura se repite, nuevamente se acuerdan de que había que ampliar la Planta de Tratamiento de Curumuy y construir por lo menos un par de reservorios satélites para afianzar el sistema de riego de la represa de Poechos. Nada de eso se ha hecho y, para el acabose, Neyra pone a dirigir el Chira-Piura a un incompetente, un tal Benjamín Padilla, que tampoco es piurano, en lugar de haber dejado allí a Eugenio Tadeo, uno de los ingenieros en Piura que más conoce sobre Poechos.
º HABRÍA que decir, entonces, que Padilla y Neyra o Neyra y Padilla son los responsables directos de lo que está ocurriendo en estos momentos con el agua. Hasta la semana pasada, ellos aseguraban que Poechos todavía almacenaba un volumen de 96 millones de metros cúbicos de agua, cuando eso no era cierto. Y si lo hubiese habido, esa cantidad tampoco era suficiente para evitarle sufrimientos a la población por escasez de agua. Menos ahora.
º PUESTO que lo que había realmente almacenado en Poechos apenas llegaba a los 14 millones de metros cúbicos. Mejor dicho, nada. Escasamente, un conchito que se acabará dentro de algunos días y que obligará a la población a ponerse a rezar y a elevar plegarias al cielo para no desfallecer de sed. Son un millón y medio de piuranos que pronto enfrentarán dicho trance.
* ¿Y qué hará Neyra? Como de costumbre, sólo rascarse la panza, mirar hacia otro lado, echarle la culpa a la providencia o a sus predecesores, y no reconocer que todo lo que está ocurriendo ahora con el agua es su culpa por confiarle a gente inútil, como la que ha puesto en el Chira-Piura, el manejo de una de las obras hidráulicas más grande que se haya construida en el cauce de un río aquí en el Perú. ¡Qué desgracia!
HASTA MAÑANA