La Niña, caracterizada por el enfriamiento de las aguas del océano Pacífico ecuatorial, tiene repercusiones directas en los patrones climáticos mundiales, y Perú no es la excepción.

La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) ha advertido sobre los significativos efectos del Fenómeno de La Niña en el clima global, destacando la importancia de comprender cómo este fenómeno natural influye en diferentes regiones del planeta. 

Los expertos de la agencia espacial han subrayado la necesidad de monitorear continuamente este fenómeno debido a sus efectos potencialmente devastadores en la agricultura, la economía y las infraestructuras de muchas naciones.

Complementando la información de la NASA, los científicos del Centro de Predicciones Climáticas de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) proyectan un 49 % de probabilidades de que La Niña se desarrolle entre junio y agosto, y un 69 % de que se manifieste entre julio y septiembre.

Senamhi alerta sobre las repercusiones en Perú
Senamhi, ha emitido una advertencia sobre los posibles efectos de La Niña en diversas regiones del territorio nacional.

En la costa, el enfriamiento del mar podría reflejarse rápidamente en el clima de las ciudades cercanas al litoral. “De consolidarse estas anomalías de estos enfriamientos del mar y extenderse, esto va a condicionar que el invierno tenga una connotación más fría de lo normal en la costa”, afirmó Ávalos. Afectando actividades económicas y cotidianas, incrementando la demanda de energía para calefacción y afectando la salud de la población, especialmente de los más vulnerables.

Para la sierra y selva, se prevé un clima más seco y un posible retraso en el inicio de la temporada de lluvias, lo que podría causar sequías en diversas zonas. “Esa condición en el Pacífico Central tiene impactos indirectos en el clima mundial y para el Perú implica que podría haber una menor presencia de humedad en la sierra, sobre todo central y sur, así como en la selva sur, retrasando el inicio del periodo de lluvias”, explicó la funcionaria.

Ávalos también subrayó que La Niña podría intensificar las heladas en la sierra y los friajes en la selva, así como ciertos patrones de circulación propios del invierno, como la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) y las altas migratorias.

“Hay que estar atentos a posibles alteraciones de estos patrones típicos de otoño e invierno que podrían acentuar los eventos que siempre se presentan como las heladas y friajes”, advirtió.

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