"¿Es posible tener un mejor Congreso? Teóricamente, sí, pero ello requiere decir verdades incómodas y adoptar reformas audaces".
Cada cinco años se renueva el Parlamento y volvemos a constatar que la institución es lenta e ineficiente, no conoce de meritocracia, se presta al copamiento partidario y al clientelismo; tiene demasiado personal, genera gastos excesivos y demuestra una pésima administración. Increíblemente, ningún partido político tiene entre sus planes cambiar esta realidad. No les conviene. Los electores tampoco tienen entre sus prioridades la reforma del Congreso.
¿Es posible tener un mejor Congreso?. Aquí algunas ideas que deberíamos ver en planes de gobierno:
1. Renovación parcial: los electores deberían poder ratificar o reemplazar congresistas en elecciones a mitad de periodo.
2. Solo dos presidentes del Congreso y dos Mesas Directivas por periodo de cinco años: el sistema actual de rotación anual es perverso e incentiva la repartija. Lo mismo para las Comisiones, de modo que tengan continuidad en sus agendas temáticas.
3. Elección de congresistas en segunda vuelta: esto permitiría ajustar la composición del Parlamento a la más probable realidad del Ejecutivo.
4. Elevar la valla para la elección de congresistas y presidentes de comisiones: para representar adecuadamente a todos los peruanos, el Parlamento debe contar con congresistas capaces, informados e íntegros, que destaquen en sus oficios o profesiones. Elegir parlamentarios ineptos solo traslada el trabajo a asesores que nadie eligió.
5. Una gran reforma administrativa para reducir el personal de planta, de despachos, bancadas y comisiones; instaurar el concurso público y la meritocracia (el Estatuto Parlamentario); elevar los requisitos para la contratación de personal de confianza; sincerar escalas remunerativas y limitar el otorgamiento de bonos a quienes destaquen por su desempeño y calificaciones.
6. Devolver al Servicio Parlamentario las Oficinas que actualmente se reparten entre miembros de la Mesa Directiva. Áreas tan importantes como Participación Ciudadana, el Fondo Editorial, Asesoramiento Científico, Cooperación Internacional, Calidad Legislativa y Enlace con el Ciudadano merecen un manejo político y objetivo, no partidario y clientelista.
7. Reingeniería de Comisiones, en sintonía con la reducción de ministerios en el Ejecutivo. Eliminación de la Comisión de ética esa función debería ser asumida externamente.
8. Creación de Comisiones Especiales condicionada a la presentación y justificación de su presupuesto en el Pleno.
9. Presentación de “planes de gobierno” para candidatear a la Mesa Directiva.
10. Reglas claras para el manejo de los Plenos: agendas, horarios y prioridades transparentes; declaraciones de conflicto de interés.