El Perú se enfrenta a un proceso electoral complejo en 2026, con 42 partidos políticos y más de 10 mil candidatos en competencia. Sin embargo, la preparación del electorado sigue siendo una preocupación clave. 

La deficiencia del sistema educativo ha limitado el desarrollo del pensamiento crítico, lo que plantea dudas sobre la capacidad de los votantes para analizar propuestas y elegir gobernantes preparados. ¿Está el país listo para asumir el reto de un voto verdaderamente informado?

Las pruebas PISA pusieron en evidencia la preocupante situación educativa del país. En la última evaluación de 2022, en la que participaron 8,787 estudiantes de 15 años de 337 instituciones educativas públicas y privadas, los resultados fueron alarmantes: 5 de cada 10 alumnos tienen dificultades para comprender lo que leen y 7 de cada 10 solo resuelven operaciones matemáticas básicas.

Para el experto en políticas públicas y CEO Calibra y Espacio Público, Paul Neira, la educación en el Perú evidenció durante décadas sus deficiencias, exponiendo a los estudiantes a múltiples carencias no solo del Estado, sino también sociales y comunitarias. Esto impacta directamente en el desarrollo de sus capacidades cognitivas, lo que empobrece el desarrollo de la persona. La falta de un entorno educativo óptimo, afecta la formación de ciudadanos con criterio para ejercer su derecho y deber al voto de manera informada. 

“La decisión del electorado peruano es profundamente emocional, porque no es cognitiva. No estamos a ese nivel. Si yo no leo, no entiendo lo que me plantea, si yo no tengo un juicio crítico de lo que me propone un candidato ¿cómo lo relaciono con la realidad?”, sentenció. No solo las carencias sociales forman parte del bajo desarrollo cognitivo de un electorado poco capacitado para ejercer un voto informado. El abuso de la educación virtual por parte del Estado también revela que la educación pública no está preparando ciudadanos informados.

EL IMPACTO DE LA EDUCACIÓN VIRTUAL EN EL ELECTORADO JOVEN
Uno de los grupos que debutará en las urnas en 2026 es el de jóvenes entre 18 y 21 años, quienes cursaron al menos tres años de su educación secundaria en modalidad virtual debido a la pandemia del COVID-19. Neira destacó que este grupo no solo es diferente a quienes votaron en 2021 y 2016, sino que enfrenta mayores dificultades de aprendizaje y análisis crítico.

Se trata de un electorado de aproximadamente dos millones de personas que, según el especialista, "puede definir prácticamente todo". La falta de interacción presencial con docentes y compañeros, así como la dificultad para acceder a materiales educativos adecuados, generó una formación incompleta que podría traducirse en una menor capacidad para discernir entre propuestas políticas sólidas y estrategias populistas. Ello pondría en puestos claves a candidatos con poca preparación en gestión pública o con un discurso populista, acentuando así los problemas estructurales del país.

La crisis educativa en el Perú no solo afecta el desarrollo académico de los estudiantes, sino que también tiene implicancias profundas en la calidad del electorado y, en consecuencia, en el futuro del país. ¿Estamos dispuestos como sociedad a exigir y trabajar por una educación que forme ciudadanos críticos y mejor preparados para decidir el rumbo del país?

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