A mitad de año, gran parte de los gobiernos regionales del norte no supera el 30% de ejecución en proyectos de salud, afectando directamente a zonas rurales donde el acceso a atención médica ya es limitado.

El registro del Ministerio de Economía y Finanzas reveló que, en 2025, el sector salud recibió más de S/ 32 mil millones, de los cuales S/ 5,431 millones fueron destinados a inversión en infraestructura y equipamiento. Sin embargo, 22 de los 25 departamentos del país no ejecutan más del 50% de su presupuesto destinado a este fin. ¿El resultado? Postas abandonadas, hospitales sin terminar y ciudadanos que pagan impuestos, pero no tienen acceso a un servicio de calidad.

La ejecución es mínima. Hasta la fecha, 22 de los 25 departamentos del país han ejecutado menos del 50% de sus recursos asignados a este fin. Los recursos existen, pero lo que falta es gestión es uno de los principales problemas.

En Piura, con el 97% de sus establecimientos de salud de primer nivel de atención y el 100% (7) de sus hospitales en pésimo estado, el presupuesto del gobierno regional para proyectos de inversión en salud fue de S/ 88 millones para este 2025, de los cuales a mitad de año solo se ha ejecutado un 10.5%. 

PLANILLAS CONSUMEN EL PRESUPUESTO
Según el MEF, el 57% del presupuesto en salud se destinó al pago de planillas y consultorías. Es decir, más de la mitad del dinero se va en sueldos, contratos administrativos y asesorías técnicas. Aunque estos gastos pueden ser justificados, la escasa inversión en infraestructura pone en duda las prioridades del sistema.

En un país donde los contribuyentes sostienen el presupuesto público, es legítimo preguntarse: ¿por qué el dinero no se traduce en mejoras visibles? ¿Por qué los hospitales siguen sin terminar, las postas están mal equipadas y las comunidades más vulnerables no reciben atención adecuada?.

EL PROBLEMA: FALTA DE CAPACIDADES TÉCNICAS
Uno de los factores detrás de esta pésima ejecución es la débil capacidad técnica de los gobiernos regionales y locales. Según el Registro Nacional de Municipalidades (RENAMU), en 2024:

El 55% de las municipalidades reportaron necesitar asistencia técnica.
El 57% señalaron requerir apoyo en evaluación de proyectos.

Esto revela una situación estructural: las autoridades subnacionales no cuentan con los conocimientos ni el personal capacitado para transformar presupuesto en resultados concretos. Y en salud, esto tiene consecuencias graves.

Los contribuyentes financian el presupuesto del Estado. Pero cuando los recursos no se ejecutan, o se usan mal, no solo se desperdicia dinero: se pierde confianza, se retrasa el desarrollo y se encarece el acceso a servicios básicos como la salud.

No basta con asignar presupuesto. Se necesita voluntad política, capacidad técnica y mecanismos de control que aseguren que cada sol invertido en salud genere impacto real en la vida de las personas.

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