Alexander Pimentel desafía las expectativas y alcanza un logro extraordinario.
Con una edad en la que muchos aún están inmersos en la educación secundaria, Alexander Pimentel Lyakh ha dado un paso gigante al ser admitido en la prestigiosa Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Su destino: la carrera de Ingeniería Nuclear.
Este niño prodigio, cuyo nombre resuena ahora entre los miles de aspirantes, logró posicionarse en el puesto once del reciente examen de admisión, superando a muchos competidores y asegurando su lugar entre los más de cinco mil ingresantes.
Alexander, con la vivacidad propia de su edad, comparte que su fascinación por la Ingeniería Nuclear surgió con la reciente implementación de esta carrera en San Marcos.
Atraído por las ciencias, la ingeniería y la medicina, decidió enfrentar el desafío del examen de admisión, más por curiosidad y el deseo de probar sus capacidades que por una meta fija. Y lo consiguió, con solo dos meses de preparación, teniendo a su hermana Emita como gran apoyo.
Más allá de los libros y las aulas, Alexander es un niño que disfruta plenamente su infancia, con pasiones como el fútbol, la natación y los drones. Su padre, Rolando, enfatiza el rol crucial del apoyo familiar para que Alexander mantenga un balance entre sus estudios y su vida de niño.