Los activistas radicales que buscan distorsionar el Censo 2025 apuntan a crear un Estado plurinacional como Bolivia y Ecuador. La estrategia busca inflar la cifra de casillas como “quechua”, “aimara” o “nativo de la Amazonía”, como ha demostrado un simulacro de Ipsos.
Como se advirtió hace un par de meses, hay activistas de instituciones radicales que buscan distorsionar el resultado del Censo 2025 del INEI. Ellos pretenden relegar a la subcategoría de “otros” la auto identificación étnica de “mestizo”, a pesar de que fue elegida por dos de cada tres peruanos en el censo anterior.
El fin no es solo imponer mecanismos de consulta previa y ganar mayor financiamiento de organismos multilaterales; el plan a largo plazo va más allá del Convenio 169 de la OIT sobre “pueblos indígenas y tribales” y apunta a la creación de un Estado plurinacional como Bolivia y Ecuador desde la Constitución de 2009 y de 2008, respectivamente.
Para entender esto, basta con ver la composición de la Asamblea Constituyente que propuso Pedro Castillo en 2022: 26% de pueblos indígenas, 30% de independientes, 4% de pueblos afroperuanos y solo 40% de organizaciones políticas.
¿De dónde viene todo esto?
La idea de un Estado plurinacional tiene origen soviético. La URSS se dividía en 90 grupos étnicos y 15 RSS (repúblicas socialistas soviéticas), las que a su vez poseían varias RASS (repúblicas autónomas socialistas soviéticas), a lo que se le sumaban distritos y óblasts autónomos. “La concepción jurídica burguesa debe considerarse desenmascarada”, dijo Stalin.
Pero el objetivo comunista era estratégico: dividir a las etnias, neutralizar los nacionalismos y captar a las viejas colonias imperialistas bajo el aparato soviético. No seamos ingenuos.