A fin de adquirir los vehículos de la marca Audi, Toyota RAV4 y Toyota Corolla, se realizaron movimientos internos del presupuesto asignado para partidas sensibles. La propia PNP reconoce en documentos que las unidades no mejoran la capacidad operativa, sino que brindan comodidad y soporte a los efectivos.
La reciente adquisición de vehículos de lujo por parte de la Policía Nacional ha desatado una fuerte polémica. Aunque existe una ley que permite la compra de automóviles para los altos mandos policiales, esta es la primera vez que se opta por una marca de gama alta, como Audi, y el costo de la operación ha sido motivo de cuestionamientos.
La clave de la controversia no son solo los modelos seleccionados, sino el origen de los fondos públicos utilizados y las consecuencias de estas decisiones presupuestarias para necesidades prioritarias de la institución y sus trabajadores.
Punto Final develó que la adquisición se realizó tras el aval del Ministerio del Interior. Según consta en el Sistema Electrónico de Contrataciones del Estado (SEACE), la operación alcanzó un monto superior a los 17 millones de soles y se distribuyó en tres grandes grupos: 120 Toyota Corolla para coroneles, con un valor superior a 11 millones de soles; 40 camionetas Toyota RAV4 para generales, por más de 5 millones de soles y 8 camionetas Audi Q5, destinadas a tenientes generales, cuyo precio unitario supera los 200 mil soles. Las empresas proveedoras fueron EUROSHOP y AUTOESPAR.
El modelo Audi Q5, en particular, destaca en el mercado por su tecnología avanzada y comodidades reservadas a las personas con alto poder adquisitivo. Este tipo de vehículo Premium rara vez forma parte del parque automotor policial en los países de la región y menos aún cuando se utilizan recursos públicos en contextos de crisis institucional y escasez de insumos para labores operativas.
La pregunta sobre la legalidad y la oportunidad de la compra surge en un contexto complejo. El presupuesto del 2025 presentado por el entonces ministro Juan José Santivañez y aprobado por el Congreso, priorizaba la lucha contra el crimen organizado y no incluía la autorización para la adquisición de estos vehículos. Sin embargo, el Presupuesto Institucional reconocía una partida de 17,3 millones de soles para compra de vehículos, aunque destinada, en principio, a otras necesidades.
¿Cómo se financiaron los autos de lujos?
Para lograr comprar los autos de lujo, la Policía realizó modificaciones presupuestarias a nivel interno. Estos traslados de fondos se justificaron como un gasto de capital —y no como inversión pública— lo que permitió eludir controles adicionales y la elaboración de una ficha técnica que evaluara la pertinencia del gasto.
La unidad ejecutora encargada, la Dirección de Economía y Finanzas de la PNP, trasladó montos originalmente asignados a partidas sensibles, destinados para Personal y obligaciones sociales, pensiones y otras prestaciones sociales y bienes y servicios, las cuales se pusieron en rojo para llegar a los 21 millones 395 mil 565 soles y pasarlos a la partida de Adquisición de Activos no financieros.
De esos 21 millones, se destinaron 19 millones, 984 mil soles para la compra de los vehículos Premium del alto mando de la Policía.