La supuesta agencia de viajes los metió en una casa con otras 52 personas y los obligaba a matar chanchos.

Lucas Terraza (23) y Milagros Gutiérrez (21), una pareja de Córdoba, Argentina, decidieron emigrar a Polonia en busca de mejores oportunidades laborales. Aplicaron a una oferta de trabajo en un frigorífico porcino en Polonia, donde se les prometió un sueldo en dólares, vivienda y posibilidad de crecimiento; sin embargo, la realidad fue marcada por hacinamiento, violencia extrema y condiciones laborales abusivas.

En el año 2023, la pareja conoció una agencia de empleo, en Buenos Aires, que ofrecía trabajos en Europa. Tras cumplir con todos los requisitos exigidos, emprendieron su viaje en febrero del año siguiente hacia la ciudad de Srem, en Polonia.

"Nos habían prometido una casa compartida solo para parejas, pero al llegar nos encontramos con 52 personas hacinadas en el mismo lugar, incluidas familias con niños y adultos mayores. Solo había dos baños y una cocina para todos", relató Lucas. Además de la pareja, en la vivienda vivían personas de diversas nacionalidades como Colombia, Georgia, Moldavia y Rusia. Desde los primeros días, la convivencia estuvo marcada por episodios de violencia extrema entre los inquilinos.

La jornada laboral en el frigorífico era de lunes a sábado, con turnos de entre 9 y 10 horas diarias. Los salarios oscilaban entre 600 y 800 dólares mensuales, si hacían horas extra. Y, para salir de ese empleo abusivo, tenían que pagar una penalización. Ante esta situación, decidieron escapar. 

Con la ayuda de un grupo de colombianos, lograron reunir 2500 euros para pagar la penalización impuesta por la empresa y, así, obtener los documentos necesarios para abandonar el violento lugar.

"Tuve que pedir prestado dinero a unos amigos colombianos. Además, me descontaron del sueldo para firmarme los papeles que permitieran nuestra salida. Sin esa firma, no podíamos hacer nada y quedábamos en el limbo", finalizó Lucas Terraza.

Más leídas

  • Semana

  • Mes

  • Todas