Los invasores llegaron al lugar con esteras, palos y cartones para delimitar terrenos de forma ilegal. Las autoridades lograron desalojarlos.

Alrededor de 200 personas invadieron la zona arqueológica de Buena Fe, en la provincia de Nasca, poniendo en grave riesgo los geoglifos milenarios que allí se conservan.

Los ocupantes ingresaron con esteras, palos y cartones para delimitar terrenos de forma ilegal, afectando un área que carece de cercado y vigilancia permanente. Esta vulnerabilidad facilitó el ingreso y ocasionó daños irreparables en el patrimonio cultural.

Ante la alerta, el Ministerio de Cultura, a través de la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) de Ica, activó el Sistema de Gestión para el Patrimonio Cultural del Territorio de Nasca y Palpa.

La DDC Ica trabajó en conjunto con la Municipalidad Provincial de Nasca, la Policía Nacional y el Ministerio Público. En una primera verificación, representantes del Ministerio de Cultura y el fiscal provincial de turno exhortaron a los invasores a retirarse voluntariamente.

Sin embargo, la ausencia de un despliegue policial efectivo, debido a la celebración del Día de la Policía Nacional, dificultó las primeras acciones.

En la tarde del 31 de agosto, un nuevo monitoreo reveló que un grupo reducido aún permanecía en la zona, por lo que la PNP realizó una segunda intervención. Finalmente, los invasores se retiraron de manera voluntaria y el personal de gestión corroboró que el área había quedado libre.

La DDC Ica anunció acciones de recuperación y conservación para revertir los daños ocasionados y garantizar la preservación de este sitio arqueológico.

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