Las opiniones vertidas en la columna no son del diario sino de su autor.
Comentarios a vuelo de pájaro
º LA investigación sumaria que el Congreso de la República ha iniciado contra los actuales miembros de la Junta Nacional de Justicia y de su casi segura destitución tan luego concluya dicho examen, ha puesto en pie de guerra tanto a los interesados como a la caviarada. Con el patrañero argumento de que se está acabando con la democracia en el país y el equilibrio de poderes, esa gente está ahora invocando, por ejemplo, la aplicación al Perú de la Carta Democrática Interamericana, y buscando la intromisión de organismos internacionales, como la de la Corte Internacional de Derechos Humanos. Sólo falta pedirle a la población que salga a la calle a protestar, como ya lo está sugiriendo el diario La República.
º ESTE Parlamento se está demorando en desaforar o expulsar de sus filas a Digna Calle, la congresista de Podemos Perú -el partido de José Luna Gálvez-, y razones para hacerlo sobran. Amparándose en una licencia sin goce de haber, ella se ha pasado casi ocho meses fuera del país y viviendo en los Estados Unidos, y ahora que ha vuelto ha dicho que ella no le tiene miedo a nada ni a nadie, que si quieren que la boten del Congreso y que a ella tampoco se le verá sentándose nuevamente en su escaño puesto que ha resuelto por asepsia ejercer su labor parlamentaria de manera virtual y desde su casa. En otras palabras, Digna le está diciendo al Congreso que a ella le llega a la punta de los zapatos lo que éste haga o decida sobre su investidura.
º COMO verán, tanta majadería no se le puede permitir a esta parlamentaria de Podemos Perú. ¿Qué se cree? ¿Que es una tacita de leche a lado de los otros o la congresista impoluta que prefiere quedarse en su casa y, desde allí y de manera virtual, participar de los Plenos y no hacerlo de manera presencial porque sus demás colegas le producen arcadas? ¿Eso se cree? Está bien que a este Congreso de la República se le vean las costras y las costuras por todas partes, haga agua, expida malos olores y sea repudiado por la mayoría de peruanos, pero como institución merece respeto. No se le puede zarandear así porque sí.
º AYER se cumplieron 50 años del golpe militar de Pinochet en Chile y de la muerte de Salvador Allende ese mismo día en el palacio de La Moneda. Allende, a quien se estaba derrocando, se suicidó con un fusil de asalto que recibió como obsequió de manos de Fidel Castro. Y sobre él, esto es lo que ha escrito hoy Aldo Mariátegui en Perú 21 con su irreverencia de siempre:
º “ALUCINO la cantidad de sandeces que se han escrito sobre Allende en estos días. Hubo quién le tildó de “socialdemócrata” (¡Si fue hasta hombre de la KGB! Eso está documentado). Otros, como Lauer, obvian mañosamente la dinámica de la Guerra Fría para compararlo con un gobierno de izquierda de estos días. Allende fue un comunista disfrazado que hizo polvo la economía (a lo Maduro) y violó la propiedad privada y las leyes, junto a irresponsables demagogos como sus ministros Vuskovic y Chonchol. ¡Incluso ponen de santo humanista a un tipo que propugnó la eugenesia de joven!...
º FELIZMENTE, entre Nixon, Kissinger, Pinochet y Edwards lo derrocaron, que si no Chile acababa como una segunda Cuba o una primera Venezuela. ¡De la que se salvaron! Ciertamente, Pinochet fue un homicida y un tirano execrable, pero en lo económico le demostró al resto cuál era el camino: los “Chicagos-Boys” fueron una maravilla, salvo ese error de congelar el dólar a 39 pesos desde julio de 1979, lo que les costó una innecesaria crisis financiera en 1982”.
º UN ex trabajador del despacho de la congresista María Cordero Jon Tay le ha dicho a la Comisión de Ética que ésta lo obligó a darle la mitad de su sueldo, más sus gratificaciones, pasajes, escolaridad y bonos tan luego entró a laborar con ella y durante once meses. Echando pluma, él cree haberle dado en total unos 80 mil soles. Ese mismo ex trabajador también declaró que la congresista Jon Tay exigía que le regalaran collares y costosas carteras. Toda una criminal de guerra que merecería ser desaforada. Para ella, una suspensión de 30 a 120 días, que es lo único que puede recomendar la Comisión de Ética, es como hacerle cosquillas a un gato.
HASTA MAÑANA