“PAREN la matanza”, es el titular que se lee en la portada de la edición de hoy del diario “La República”, refiriéndose a los 17 muertos que dejó ayer en Juliaca y Puno los desmanes violentistas en los que desembocaron las protestas que se vienen registrando en esa parte del país desde el pasado 4 de enero. ¿Pero cómo parar esa matanza? ¿Dejando, por ejemplo, que turbas exaltadas tomen el aeropuerto de Juliaca cómo si fuera un blanco militar, o incendien viviendas, o saquen comercios? Por favor.
LA Conferencia Episcopal también emitió ayer un comunicado con esta exhortación: “AL Gobierno a detener, urgentemente, la violencia y las muertes vengan de donde vengan; al Ministerio Público y al Poder Judicial, a investigarlas y sancionarlas; y al Congreso, a tomar las decisiones que exige la coyuntura y la paz social del país. Caminemos juntos para construir la paz en nuestro amado Perú”.
MUY bonito. ¿Pero cómo detener esa violencia y esas muertes? ¿Aceptando lo que los azuzadores de esos actos vandálicos quieren: anarquizar el país? ¿Y qué quieren? Imposibles. Como la renuncia de Dina Boluarte, el cierre del Congreso, el adelanto inmediato de elecciones generales y la cojudez esa de la convocatoria de una asamblea constituyente. Como si con una nueva Carta Magna la pobreza en el país quedaría definitivamente resuelta. ¡Pichones!
AYER, el diario “La República” condenó fuerte lo sucedido en el Brasil. Pero no se ve que lo que acontece en el sur del país le provoque el mismo telele. Pareciera ser que, para los Mohme, Dina Boluarte no es santa de su devoción. Como sí lo fue Pedro Castillo hasta un poquito antes de que éste comenzara su carrera delictiva desde Palacio de Gobierno.
PARA el nuevo gobernador regional de Puno, un tal Rchard Hancco, lo que está pasando en su región o, para ser más exactos, lo sucedido en Juliaca y en la ciudad capital ayer, es resultado de lo que, para él, ha sembrado Dina Boluarte y que ésta debe irse para calmar los ánimos. También culpa a la derecha extrema de lo mismo. Pero nada dice de Pedro Castilla. Su mal gobierno, sus raterías y su fallido intento de infringirle al país un golpe de Estado fueron los reales detonantes de ese clima explosivo que se vive. El ingrediente de violencia adicional debidamente calculado está viniendo desde donde ustedes ya saben. De esa izquierda radical y salvaje y devota del Movadef.
PARA terminar voy a compartir con ustedes una partecita de lo que ha escrito hoy Aldo Mariátegui en “Perú 21”: “NO puedes asaltar un aeropuerto, ni el Estado te puede permitir que destruyas un activo público tan importante y estratégico como ese. Sabes muy bien que te juegas la vida si te metes a atacar un aeropuerto pese a las advertencias de las fuerzas del orden. Por allí Jorge Bruce, Levistsky o algún otro sostendrán tonteras como que los soldados mestizos o indígenas disparan contra manifestantes mestizos o indígenas porque son racistas o que por qué solo mueren indígenas en Puno y Ayacucho (evidentemente porque son la aplastante mayoría demográfica del lugar. No van a morir escandinavos o chinos en la sierra peruana). En fin, a esperar que las cosas se calmen y dejen de perderse vidas. Espero que Boluarte no pierda los papeles”.
HASTA MAÑANA