Comentarios a vuelo de pájaro.
SE entregó Pacheco. Sin duda, desde ayer esa es la noticia del día y de primera plana. Y lo es no sólo por el hecho mismo de ponerle término a una fuga que no tenía futuro -por lo general éstas nunca las tienen-, sino también por las implicancias que traerán las confesiones que haga Pacheco como contrapartida a la decisión de la fiscalía de variarle la orden de detención preliminar por arresto domiciliario.
º PACHECO debe haber prometido confesiones bastante gordas en tres días de negociaciones para que el Ministerio Público accediese a tenderle un puente de plata. No tanto para que siga huyendo sino para que se entregue. Al enterarse de esta noticia, que debió caerle como un baldazo de agua fría, Castillo debe haber entrado en estado de pánico. Hecho un manojo de nervios, lo primero que hizo, desde Palacio, según versiones periodísticas, fue llamar a su abogado y al ministro del Interior. Ni el primero ni este último pueden hacer ya nada para cambiarle la suerte a Castillo.
º Y si el efecto dominó no tiene patitas cortas, en este caso, lo más probable es que lo mismo que ha hecho Castillo -dejar de huir de la justicia- hagan, imitándolo, los otros dos prófugos asociados a Castillo: su sobrino Fray Vásquez y el ex ministro de Transportes y Comunicaciones, Juan Silva. Pues, como ya lo ha dicho un alto oficial de la PNP, por más protegidos que éstos se sientan, tarde o temprano serán capturados. Lo cierto es que el cerco se le cierra a Castillo.
º ¿SABEN ustedes cuánto ha gastado Palacio de Gobierno en comida hasta el mes pasado? Nada menos que S/ 3′811,918.14. Se nota que la familia presidencial y quienes los acompañan en la sede del Ejecutivo son de buen diente y dados a lo pantagruélico; mejor dicho, a los grandes banquetes, a las comidas copiosas y espléndidas.
º POR el mismo concepto, sus antecesores, Ollanta Humala (2011) y Pedro Pablo Kuckzynski (2016), gastaron menos. Comparen o echen pluma. En los primeros cinco meses, Humala gastó en comida S/379,393.08 y PPK S/342,707.76; y en el mismo lapso de cinco meses, y ya con Castillo en Palacio de Gobierno, ese gasto se disparó a S/537,892.32. ¿Dónde quedó ese profesorcito rural que le prometía a sus electores apartar de su camino el derroche y aplicarse, él mismo y para dar el ejemplo, una austeridad franciscana? No sólo los cojudeó; los estafó.
º EN “Perú 21” también se lee, informando sobre lo mismo, que los grandes eventos tampoco faltaron en el gobierno de Castillo en sus primeros once meses. Verbigracia:
º EN octubre de 2021, el presidente celebró su cumpleaños número 52 rodeado de su círculo íntimo y ese mes se gastó S/106,774.17 por órdenes de servicio en alimentos. Y cuando su hijo menor y la primera dama Lilia Paredes cumplieron años, él en febrero y ella en abril, respectivamente, en ambos meses se gastó un total de S/184,137.77 por el mismo concepto.
º Y no sólo eso. Las fiestas de fin de año tampoco pasaron desapercibidas. En diciembre de 2021 se gastó S/114,205.24 sólo en alimentos y bebidas. Y ojo con esto: entre los productos más requeridos por el Despacho Presidencial aparecen carnes de todo tipo, como de res, cuy y cordero, además de carne de pollo sin menudencia, mariscos, pescados, panes, frutas y verduras. Todo en cantidades abundantes. Como si se tratara de alimentar a todo un zoológico.
º ESE dispendio palacio es realmente una afrenta ignominiosa. Porque, según la ex ministra de Desarrollo e Inclusión Social, Silva Vargas, la FAO ya está advirtiendo de que el Perú está en riesgo de tener pronto 15.5 millones de personas en una situación de inseguridad alimentaria severa o grave.
º NOS preguntamos: ¿Qué estaremos pagando, Dios mío, con este presidente de marras que tenemos y que no está llevando a las calderas de Pedro Botero; mejor dicho al infierno? Y, encima, todavía hay alcornoques que lo defienden, aunque, felizmente, cada vez estos come piedras son menos. Ni zonzos que fueran.
HASTA MAÑANA