Reflexionando.
Este año nuevamente la pandemia del coronavirus nos hace vivir la Semana Santa confinados.
Este contexto hace que, hoy más que nunca, en medio del dolor y muerte, levantemos nuestra esperanza por un mundo más humano. Un mundo en el que avancemos y fortalezcamos la fraternidad uno con otros.
Necesitamos reeducarnos en nuestra manera de vivir, con responsabilidad, con respeto, dejando el egoísmo pero sobre todo aprender a vivir juntos y en armonía.
Es necesario que ayudemos a sanar al mundo y también a nosotros, solo así lograremos el desarrollo y el equilibrio que tanto necesitamos.
¡Bendecida Semana Santa!